Los esperados y mil veces prometidos locales de ensayo del ayuntamiento de Palma serán una realidad a finales de 2020, según ha asegurado este lunes el teniente de alcalde de Cultura y Bienestar Social, Antoni Noguera, durante la presentación de un proyecto que ha costado "sudor y lágrimas" y responde a "una reclamación histórica del colectivo musical".

Con un coste de 462.789 euros, este nuevo equipamiento cultural estará situado en un solar de propiedad municipal en la calle Zuloaga con Jacinto Verdaguer, en el barrio de Son Fortesa. La superficie del solar es de 1.824 metros cuadrados, la superficie de actuación es de 623 metros cuadrados y la de edificación, de 282,51 metros cuadrados.

El centro, diseñado por la arquitecta Aina M. Cifre Bibiloni, constará de momento de solo diez módulos destinados a salas de ensayo en la planta baja -está previsto que se puedan alcanzar hasta tres plantas-, otro de servicios sanitarios y uno más dedicado a oficina de gestión administrativa. El proyecto también contempla una zona verde. "Comenzamos por diez salas pero tenemos el compromiso de ampliarlas en una segunda fase. Podríamos llegar hasta cuarenta módulos", ha señalado Noguera, quien también ha adelantado que se "planteará" en el futuro la creación de "una sala de grabación".

Cada uno de los locales de ensayo tendrá un total de 17,58 metros cuadrados, estará totalmente insonorizado y contará con aire acondicionado y calefacción. "Serán salas para tres o cuatro músicos y no generarán ningún tipo de molestia a los vecinos", ha apuntado Noguera.

Sobre los precios, el teniente de alcalde de Cultura y Bienestar Social ha señalado que serán "públicos y asequibles", y que serán establecidos por la entidad ganadora del concurso público que se convocará para la gestión de un espacio cuyas obras se prolongarán durante seis meses.

En palabras de Noguera, esta instalación será "el espacio musical de la ciudad". "La cultura debe ser la columna del nuevo modelo de ciudad. Por primera vez, Palma tendrá salas de ensayo municipales, un reclamo histórico del colectivo musical y al que damos respuesta con este nuevo equipamiento cultural", ha añadido.

Durante décadas, los músicos de Palma han tenido que ensayar en la clandestinidad, en condiciones muy precarias, y siempre como víctimas de las promesas de los políticos. El mismo Noguera, en enero de 2011, hace casi nueve años, siendo coordinador de Juventud, presentó un anteproyecto, realizado por Aina M. Cifre y María José Sáez, que contemplaba la creación de veinte locales de ensayo en un terreno de 4.000 metros cuadrados de la Universitat de les Illes Balears. De aquel plan nunca más se supo, ni siquiera siendo Noguera alcalde de Palma, con lo que los músicos tuvieron que buscarse el local en espacios "ilegales, como los del hipódromo de son Pardo".

Los locales de la UIB no se pudieron levantar "por un tema de tiempo y también porque se tenía que hacer un convenio que urbanísticamente no estaba claro", ha afirmado.

Preguntado por la posibilidad de que los subterráneos de la plaza Major se destinen a locales de ensayo, tal y como han sugerido algunas voces de peso de la escena musical, Noguera ha rechazado esta idea: "Se tendría que cambiar el uso de ese espacio, que es un aparcamiento, y sería una obra muy importante".