Como cada año por estas fiestas, el sábado más próximo al día del solsticio de invierno (este año cae en el 22 de diciembre), la Societat Balear de Matemàtiques organiza una sesión matinal para contemplar el efecto cromático que aparece cuando en la Catedral, los rayos de sol que entran por el rosetón del este se proyectan sobre el rosetón del oeste, creando una sensación visual muy poética.

Hoy mismo, pasadas las ocho de la mañana y desde la terraza del Museu Es Baluard, alrededor de trescientas personas se han reunido para ver en directo el espectáculo. Menos que en otras ocasiones pues la meteorología no auguraba un buen resultado, aunque la realidad ha sido otra, las nubes han abierto una ventana justo en el momento en el que los dos rosetones se superponían consiguiendo una de las más espectaculares visiones de los últimos años. El comentario general de los organizadores era que el efecto se había podido contemplar con toda nitidez y el de los asistentes que realmente había valido la pena el madrugón.

Terminada la primera parte de la convocatoria, la sesión siguió en el Aljub del museo con una charla de Joan Serra Busquets sobre la orientación de las iglesias mallorquinas, ya que en muchas de ellas también pueden contemplarse efectos cromáticos en días señalados del calendario. Serra, que lleva años trabajando esas orientaciones, explicó de forma muy amena las consecuencias que se derivan de haber elegido una situación concreta para las fachadas de los templos.

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