Antes de la “revolución” del 18 de diciembre, José Hila ha invitado esta mañana a ver los nuevos autobuses de la EMT de 12, 15 y 18 metros de largo y recoger los nuevos planos con los cambios que se encaminan a propiciar una ciudad “con un transporte público más sostenible”, tal y como ha expresado Francina Armengol. El Govern ha participado en la financiación con 7 millones de euros de la Ley de Capitalidad y de los Fondos Feder del total de una inversión de 32 millones.

Los tres autobuses de la EMT impulsados a gas naturales están aparcados en la plaza de Joan Carles I para que los ciudadanos los vean, entren en ellos y de paso recojan los planos en los que se detalla la nueva estructuración tanto de paradas como de líneas. Desde las 10 y hasta las 20 horas, se despejarán dudas ante un cambio que es “una revolución”, tal y como describió Hila.

Sin embargo, hubo algunos usuarios que se acercaron a reprochar las alteraciones en sus rutas. Pilar Urbano se mostró contrariada por los cambios que afectan a la línea 5 que ella usa habitualmente. Vive en la zona de sa Teulera.

“La línea 5 no llega hasta Son Dureta, sa Teulera y me tengo quer bajar en la plaza Progreso y tendré que usar la línea 46”, expresó esta usuaria.

“Es normal que al principio haya quejas. Cualquier cambio es una molestia hasta que descubren las mejoras”, ha animado Mateu Marcús, gerente de la EMT.

A partir del próximo miércoles, la empresa de transporte público contará con seis nuevas líneas en realidad nueve porque algunas de las existentes se dividen en dos que supondrá una red de autobuses públicos de 34 líneas, a las que añadir los cuatro buses nocturnos.

Habrá diecinueve cambios en los doce itinerarios. Se espera aligerar los tiempos de espera con frecuencias menores y desde luego, que su huella sea menor al contar con más buses impulsados con gas natural.