El paseo de Cala Gamba estará en obras durante dos meses a principios del próximo año. Cort adjudicó ayer la reparación de más de 100 metros lineales del murete que separa el mar de la zona peatonal y del carril bici, así como la reposición de todos los servicios dañados tras más de cuatro años de dejación por parte de Cort y Demarcación de Costas. La concejalía de Infraestructuras del Ayuntamiento destinará más de 184.000 euros a la mejora, ya que es "una necesidad urgente", tal como remarcó la concejala, Angélica Pastor.

Recordó que, aunque las obras "no son competencia municipal", porque debería hacerlas Costas, sí son de la "incumbencia" de los responsables de Cort, debido a que trabajan "para la ciudadanía", en palabras de Pastor. Aseguró que posteriormente requerirán jurídicamente a Demarcación de Costas el dinero sufragado por las arcas municipales, basándose en lo dictaminado por los servicios jurídicos del consistorio, quienes autorizaron a Infraestructuras para intervenir "por motivos de seguridad", destacó.

La empresa adjudicataria de las obras del concurrido paseo de Cala Gamba es Aglomsa y, antes de empezar la ejecución, tiene que esperar el permiso de Costas para actuar en la zona de dominio público marítimo-terrestre del Coll d'en Rabassa. También falta el plan de seguridad necesario para la reparación y sustitución de los dos tramos del muro caídos y los servicios básicos, por lo que la regidora de Infraestructuras y Accesibilidad de Cort calcula que los trabajos comenzarán a finales de enero. En las condiciones del contrato con la constructora, le exigen una duración máxima de dos meses de obras para que el paseo pueda lucir de nuevo antes del inicio de la temporada alta, destacó Angélica Pastor.

Durante más de cuatro años, la asociación de vecinos del Coll d'en Rabassa ha estado pidiendo la reparación del murete, pero en este tiempo se ha topado con otros muros en Demarcación de Costas y desencuentros entre la administración estatal y el Ayuntamiento debido a que no se ponían de acuerdo en quién era el responsable de este arreglo, tal como ha criticado en diversas ocasiones el presidente del Coll, Joan Forteza.

Lo denunció por primera vez en 2015, al aparecer la primera grieta en el murete de piedra que separa el paseo del mar. La entidad vecinal envió un escrito a Demarcación de Costas y también informó de ello al policía de barrio, que a su vez remitió la denuncia a Cort, y este a Costas. Como no se hizo nada y el muro se fue inclinando considerablemente, dos años después el Ayuntamiento tuvo que instalar vallas de protección en el tramo en mal estado debido al peligro de que se derrumbase la pared.

Es lo que ocurrió en 2018 en un tramo de cinco metros. Los temporales de finales de 2017 e inicios del siguiente también destrozaron la base del muro en la parte cercana al embarcadero. En la actualidad, el agujero muestra la tubería de aguas residuales y pluviales, que ha sido sellada, y dos tubos de electricidad, además de decenas de piedras caídas que formaban parte de la estructura del muro de contención. Todo por no haber arreglado una grieta.

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