Palma experimentó ayer una inmersión en la Navidad en cuestión de segundos. Ante la mirada de miles de personas, congregadas principalmente en el Born, la ciudad pasó de la oscuridad a la luz, con el encendido navideño. Los protagonistas fueron los niños y los voluntarios de Ángeles sin Alas, la organización de ayuda para los cuidados paliativos pediátricos.

El centro de Palma se colapsó de gente a las siete y media de la tarde, momento en que tras una cuenta atrás las luces de Navidad se encendieron. Caminar por el Born y la plaza de la Reina era casi imposible por la cantidad de ciudadanos que acudió a ver el espectáculo. Estrellas, bolas y guirnaldas llenaron de luz las calles y todos querían inmortalizar el momento con sus móviles y cámaras.

El acto principal del encendido de este año tuvo lugar en la plaza de la Reina. Allí se instaló un escenario al que subieron varios niños de Ángeles sin Alas, acompañando al alcalde de Palma, José Hila, y a los regidores de Participación Ciudadana y de Infraestructuras, Alberto Jarabo y Angélica Pastor, respectivamente. Los tres quisieron compartir el momento con parte de su familia y acudieron acompañados de sus hijos, que permanecieron fuera del escenario.

El momento más esperado

Los artistas de Circ Bover fueron parte importante del encendido. Una gran grúa sostenía suspendida sobre la plaza de la Reina una estructura con varias trapecistas que recogieron una simbólica bola de los deseos de manos de los niños que permanecían sobre el escenario. Cuando la grúa elevó de nuevo a las artistas, fue el momento en que todas las luces se encendieron.

La alegría y la admiración por lo que les rodeaba se reflejó de inmediato en las caras de los más pequeños. Muchos de ellos habían comenzado a cansarse esperando el encendido, que fue puntual a las siete y media de la tarde.

Desde ese momento, un total de 156 puntos de la ciudad cuentan con iluminación navideña. Este año, Cort ha instalado 235.580 metros de guirnaldas y sigue con la implantación de tecnología LED en la decoración navideña.

Poco después del encendido, la plaza de Cort, iluminada de nuevo este año con tiras de bombillas, vivió otro de los momentos importantes previos a la Navidad: la inauguración del belén en el vestíbulo del Ayuntamiento y del Buzón Real, para que los niños puedan depositar sus cartas para los Reyes Magos, como muchos ya hicieron ayer antes de regresar a sus casas.

El encendido de luces de Navidad no fue el único espectáculo que se pudo disfrutar ayer en Ciutat. Con el lema 'Palma, ciudad de futuro', desde las cinco y media de la tarde, hubo actividades pensadas para los niños en diferentes puntos del centro, con la intención de que un mayor número de personas pudiera participar. Así, en la plaza de Cort se realizó Next Nature, a cargo de Rotor Studio, una proyección sobre la fachada del Ayuntamiento acompañada de efectos sonoros y de la que el público podía formar parte. También hubo una instalación artística en la plaza España, a cargo de Sarruga, y batucada con la Escola Municipal de Música.

Con trajes de luces LED, dos extraños seres captaban la atención de los paseantes por la plaza Joan Carles I. Eran los Cycloleds de Artistalia, que con casi tres metros de altura se acercaban a los más pequeños, fascinados con su estética.

El Circ Bover ofrecía actuaciones muy cerca, en esa misma plaza y en la del Mercat, donde instaló una máquina de deseos, para que los niños pudieran escribir o dibujar los suyos. Los payasos les entretenían hasta la hora del encendido, al igual que lo hacían las marionetas en Jaume III y el espectáculo Somiam en la plaza de la Reina, donde el presentador iba explicando los deseos que los ciudadanos de Palma habían enviado.

Dentro del Casal Balaguer se montó una actividad para niños menores de seis años, Il·lumina la mar, a cargo de El gecko con botas, aunque el verdadero espectáculo de ayer fue ver la ciudad iluminada por la Navidad. [vea aquí las imágenes].

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Encendido de luces de Navidad de Palma