Anabel Soto Izquierdo se mueve en el muy masculino mundo del fútbol con soltura, con "naturalidad", matiza la delegada del Real Club Deportivo Mallorca, la primera mujer en toda España en ocupar este cargo. Entre 2012 y 2013 estuvo en el club en Protocolo y comunicación institucional. Ella es, junto a la nutricionista y la fisioterapeuta, la cuota femenina del club bermellón. "No notamos que somos mujeres en un mundo de hombres", asegura la mallorquina nacida en Palma en 1974.
Ahora desde su cargo vive un momento dulce de un Mallorca que ha pasado por más de una travesía del desierto y que la delegada conoce bien. La cautela, con todo, gobierna su timón, aunque no se arruga al asegurar que "el negocio del fútbol es una burbuja que explotará como la inmobiliaria".
Antes de trabajar en el mundo del deporte, fue la cultura su fuente de ingresos, primero en Baltar Asociados y después en la Fundación Bartolomé March Servera. Entre medias, adjunta a la jefa de prensa de la conselleria de Deportes, con Mateu Cañellas como conseller.
P ¿En qué consiste su trabajo como delegada del Mallorca?
R Me encargo de la logística de los viajes, y también en los partidos puedo intervenir en alguna jugada, aunque no se suele hacer. Soy el nexo entre el equipo y el árbitro. La figura de la delegada ha de estar cerca del cuerpo técnico y los jugadores.
P ¿Hasta qué punto?
R Hasta el punto de entrar en los vestuarios de manera muy natural, no creas, porque los jugadores son muy jóvenes y me ven como a una mamá. Me preguntan, me consultan, porque están lejos de sus casas; les hago un poco de psicóloga.
P Anteriormente, su trabajo estuvo vinculado al mundo de la cultura, ¿cómo se produjo el salto al deporte?
R Fue casualidad. Hice un curso de protocolo, me llamaron de la conselleria de Deportes siendo Mateu Cañellas conseller, y acabé en el Mallorca del 2012-2013. Una época negra deportiva e institucionalmente. El ambiente no era idóneo. Me volvieron a llamar al irse Cerdà.
P ¿El Mallorca en Segunda y en guerra Serra Ferrer y Biel Cerdà. ¿Le salpicó?
R Yo no era de nadie pero cuando hay guerra de poderes, eres de uno o de otro, quieras o no, te acaban metiendo, utilizando, pero yo tengo valores: me gusta dormir por la noche de un tirón. Mi puesto de trabajo corrió peligro, incluso me llegaron a amenazar.
P ¿Muy limpio el mundo del fútbol no parece?
R Es muy complejo porque hay mucho dinero por en medio. Me preguntabas por mi transición de la cultura al deporte y de éste, al fútbol, pues son ligas distintas. El fútbol es un espectáculo y un negocio. Sin dinero, no existiría. En mi opinión, creo que es exagerado. Es una burbuja y como la inmobiliaria, llegará a estallar.
P Las que han estallado han sido las futbolistas: peores salarios, conciliación familiar sin cumplir... ¿Qué opinas?
R El deporte es un reflejo de la sociedad. Al fútbol se iba los domingos trajeado y mayormente hombres; hoy se ve a muchas familias en el campo, muchas chicas jóvenes que van en pandilla a los partidos. En cuanto a la lucha de las futbolistas por sus derechos me parece lógico. Queda mucho por hacer. En Mallorca hay unos cuantos equipos y hemos exportado jugadoras a equipos grandes, claro que las diferencias entre el futbol masculino y el femenino son grandes. Ahora los clubes alientan para formar equipos femeninos pero no ha de ser a cualquier precio, tiene que haber unas condiciones laborales dignas, ha de haber conciliación familiar. Tiene que haber más ayudas, pues un club humilde no puede asegurar a todas.
P ¿Qué tipo de ayudas?
R La Federación debería apoyarlo, apostar más por el fútbol femenino pero por el momento no se apuesta más porque no genera tanto beneficio como el fútbol masculino. En mi opinión, no se trata de hacer muchos equipos femeninos si no es con buenas condiciones. Montar un partido para que solo vayan 3.000 personas... Hay que darle más bombo.
P ¿Cree que el mundo del fútbol es machista?
R No; es masculino, pero no machista. Yo estoy muy a gusto en él. En el Mallorca no hay problemas ni discriminación por razón de género, ni orientación sexual.
P Esta semana la imagen se ha empañado con una nueva agresión en un campo, en el encuentro entre Son Sardina B con el Atletic Huialfàs
R El fútbol, ya sea femenino o masculino, no es un deporte agresivo. Son casos aislados, que evidentemente tienen más repercusión mediática. El fútbol y el deporte en general es una herramienta fantástica para transmitir valores. Respeto, igualdad, compañerismo, deportividad.
P ¿Cuál es su opinión sobre la postura de TVE de no optar por los derechos de emisión de la Supercopa en Arabia Saudí por "razones humanitarias"?
R No ha sido acertada la decisión de organizar la Supercopa en un país en el que se vulneran los derechos humanos. Respeto la renuncia de TVE de no concurrir a la emisión de la Supercopa de España en Arabia Saudí, pero tendrá que ser coherente y no dar cobertura a todos los eventos deportivos que se celebran en países que infringen los derechos fundamentales. Soy defensora de la pública, creo que un sistema de copago según ingresos no sería irracional.
P ¿Qué recuerdos tiene de su paso por la Fundación Bartolomé March?
R La familia no quería la fundación sino el negocio que había detrás. El lío en el caso del cuadro de Goya lo evidenció. El escritor Cristóbal Serra me dijo que en un dormitorio de la casa ¡había una presencia! (risas).
