La Catedral de Mallorca abre sus puertas el próximo lunes 11 de noviembre con motivo del Vuit de la Seu, la denominada Festa de la Llum, un fenómeno lumínico único que coincide con la festividad de Sant Martí.

La luz del sol atraviesa el rosetón mayor y proyecta su reflejo en la pared de enfrente, bajo el rosetón del Portal Mayor.

De este modo se forma una doble rosetón, uno de vidrio y otro de luz, produciendo "un juego lumínico lleno de colores que año tras año atrae a más curiosos". Las puertas de la Catedral se abrirán a las 7.30 horas para dar acceso a todos los interesados. Para quienes no puedan asistir, la Catedral emitirá el evento en directo en su canal de Youtube.

El Vuit de la Seu se produce dos veces al año: el día de la Candelaria (el 2 del 2) y el de San Martín (el 11 del 11), aunque la Sociedad Balear de Matemáticas lo dio a conocer en 2007, cuando acudieron a verlo una veintena de personas. Desde entonces ha tenido tanto éxito que en las últimas ediciones en el interior del templo no cabe un alfiler.

El Vuit de la Seu es totalmente fortuito

El historiador del Arte Antoni Pons demostró en su tesis doctoral que "la antigua mezquita bajo la Seu no está orientada hacia la Meca, sino hacia el orto del sol, y se aprovechó esa ubicación para construir encima la Catedral, porque los cristianos eran muy prácticos y así se solía hacer en la Edad Media".

Por tanto, el Vuit de la Seu "es totalmente fortuito", defiende. "Cuando comenzaron a edificar el templo, no podían saber que se produciría este efecto. Además, los vidrios del rosetón mayor no son medievales, sino posteriores, ya que los primeros se rompieron y tenían menos luminosidad", explicó en el Club Diario de Mallorca en febrero de 2016.

Aunque Pons reconoce que la numerología "tiene mucho tirón y al cristianismo le encanta (el díptico del Vuit de la Seu habla del Octavo Día, la eternidad, el cielo)", quita importancia a la afición, porque "no sirve en arquitectura".

En cambio, la orientación de un edificio es básica, por lo que la dirección de la mezquita hacia el nacimiento del sol produce "otro efecto lumínico en la Seu que sí es importante: cuando en el equinocio de invierno, el 21 de diciembre, la luz que penetra por el rosetón mayor sale por el interior del rosetón menor". Este espectáculo se puede ver desde el Baluard de Sant Pere y cada año cuenta con más asistentes.

La tesis desmonta la teoría de que la mezquita miraba hacia la Meca -"en el siglo XII no tenían medios para saber dónde estaba la Meca, al menos en esta latitud, porque debajo del meridiano pueden guiarse por la estrella Suhail"-, por lo que hicieron la de Medina Mayurqa basándose en las mezquitas norteafricanas, como la de Marrakech. Todas miran hacia el nacimiento del sol en el solsticio de invierno y lo mismo ocurrió aquí".