El referéndum no vinculante sobre las terrazas convocado por los restauradores será la víspera de Sant Sebastià, el 19 de enero. Los palmesanos podrán votar de 14 a 16 horas en las cinco mesas que se instalarán en s'Escorxador, Blanquerna, la plaza Major, Santa Catalina y la Llotja. La pregunta exacta que habrá en las papeletas todavía no está decidida, aunque la patronal del sector pretende "que el Ayuntamiento conozca cuál es la postura de los vecinos", en palabras del presidente de la asociación de restauradores de la CAEB, Alfonso Robledo.

Durante la presentación este miércoles de la convocatoria, aseguró que los residentes "quieren terrazas", debido a que "los clientes son los vecinos, no los turistas", y eso es lo que intentarán "demostrar" con el referéndum. El portavoz de los empresarios destacó que Cort "está invitado a colaborar", pese a que el consistorio ya ha mostrado su rechazo a esta iniciativa.

El concejal de Participación Ciudadana, Alberto Jarabo, dijo de nuevo este miércoles que no reconocerá el resultado de la consulta. "Pese a ello, continuaremos trabajando en la mesa de seguimiento de la ordenanza de ocupación de la vía pública e invitaremos a un mayor número de participantes", según afirmó el portavoz del equipo de gobierno del Pacto. Y concluyó que su obligación es "alcanzar una convivencia razonable y que se aplique la ordenanza".

Piden cambios

El presidente de la asociación de restauradores argumentó en el mismo sentido que "el descanso de los vecinos es sagrado, así como el derecho a trabajar, por lo que tenemos que convivir juntos", según sus palabras. Sin embargo, denunció que el tratamiento que realiza la ordenanza de ocupación de la vía pública es el mismo para un bar de Son Ferriol, por ejemplo, que para uno de Santa Catalina. "El problema no se basa en tener que elegir entre terrazas sí o terrazas no, sino en la política que está aplicando Cort. Si existe un conflicto en una zona, se debe hablar, pero no perjudicar a toda Palma", alegó.

Por este motivo, la patronal, que ha creado una plataforma con los negocios afectados, pide al Ayuntamiento que modifique la ordenanza y diferencie según las zonas, haciendo hincapié en las que pueden llevar a conflictos vecinales, como Santa Catalina, la Llotja, la plaza Major, Blanquerna y s'Escorxador. Estas son precisamente donde se instalarán mesas la víspera de Sant Sebastià para la consulta popular.

La actual ordenanza ha llevado al "cierre de muchas terrazas de forma injusta", según Robledo, que no solo criticó la limitación del espacio en la vía pública, sino también los cambios en el tipo de mobiliario, como la prohibición de que las mesas y sillas tengan un patrocinio. "Es comprensible que en el paseo del Born no haya sillas de plástico de Coca Cola, aunque no tiene sentido que también se lo prohíban a un establecimiento del extrarradio que a duras penas llega a fin de mes", afirmó.

En la rueda de prensa, también trató el particular problema de la Llotja, donde las terrazas deben retirarse a las 23 horas en lugar de a medianoche, por la declaración de Zona Acústicamente Contaminada (ZAC). "Eso es dejar morir el barrio". "Se han cargado 18 negocios", añadió, porque para cerrar a esa hora, "los clientes tienen que marcharse una antes y continúa habiendo ruido, pero sin terrazas".