Los autobuses de la EMT que cubren la línea 34, del barrio del Rafal al hospital de Son Espases, son desde hace dos semanas la "prueba piloto de la integración tarifaria" prevista por el Consorci de Transports Metropolità para pagar con la tarjeta ciudadana o la del TIB cualquier transporte público terrestre de las islas. Los vehículos de dicha línea del Rafal ya cuentan con nuevas máquinas de validación de tarjetas y cuando se hayan hecho todas las pruebas necesarias, se irá ampliando de forma paulatina a más buses, tal como avanza el gerente de la EMT, Mateu Marcús.

La conselleria de Movilidad ha adquirido las máquinas para la totalidad de los autobuses, tanto los de Palma como los que cubren el resto de rutas de Mallorca, pero como aún no se han adjudicado las concesiones, solo la Empresa Municipal de Transportes está adaptándose para que cualquier pasajero pueda utilizar su tarjeta indistintamente en un autobús palmesano, uno de los llamados rojos y amarillos, el metro, el tren o el tranvía si finalmente llega a ser una realidad.

Para el gerente de la EMT, el CTM (Consorci de Transports Metropolità) "está asentando las bases del futuro, debido a que no se puede entender el tranporte interurbano sin tener en cuenta la capital ni el urbano sin tener en cuenta el tren y el resto de medios de desplazamiento". Considera que "la llegada de nuevos buses es muy importante y simbólica, aunque unificar el transporte y potenciarlo con las Tecnologías de Información y Comunicación supondrá un cambio radical que se materializará en los próximos dos o tres años", concluye sobre un servicio público a la espera de su modernización.