El equipo de gobierno rechazó en comisión, y también lo hará previsiblemente en el pleno, una proposición del grupo municipal de Vox, en la que se solicitaba la instalación de reductores de velocidad en todos los pasos de peatones de la calle Concordia y que se resuelva "en la mayor brevedad posible" el estado de las aceras de esta misma vía.

La concejala de Infraestructuras, Angélica Pastor, justificó el voto negativo a esta proposición por cuanto desde su departamento ya tienen ultimado un proyecto de rehabilitación de esta calle, cuyo coste aproximado es de 1,3 millones.

Explicó que su ejecución está pendiente, además de disponer del dinero necesario para su financiación y de una serie de autorizaciones por parte del Govern, por cuanto por esta calle circula en trinchera el tren de Sóller.

Si bien no quiso adelantar los pormenores del proyecto, manifestó que se pretende mejorar la conectividad de ambos lados de la calle ahora divididos, aunque finalmente no se ejecutará la plataforma única debido a la diferente cota existente.