El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Palma está estudiando incorporar al nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) la figura de las "superislas" en distintas barriadas del Eixample de la ciudad, con el fin de disminuir en un futuro drásticamente las emisiones de gases contaminantes generados por la circulación rodada y favorecer el tráfico peatonal y el transporte público, así como la denominada economía de escala o de proximidad.

Una de las zonas del Eixample que podría delimitarse en un futuro como "superisla" es la barriada de Pere Garau, entre otras. Esta figura también se prevé incorporar a zonas urbanas de nuevo desarrollo como la que se prevé en el acuartelamiento de Son Busquets o en la antigua cárcel.

Esta medida se enmarca en uno de los tres ejes que tendrá en cuenta el equipo que redacta el nuevo Plan General encaminados a luchar contra el cambio climático y garantizar una ciudad más sostenible: la reducción de emisiones de gases contaminantes a la atmósfera; utilizar la naturaleza como aliada y la descarbonización de la economía.

La teniente de alcalde de Modelo de Ciudad, Neus Truyol, ha recordado que los gases emitidos por los coches son la primera causa de la contaminación atmosférica enl Palma, que se combate con medidas previstas en distintos planes sectoriales como el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, el Plan de reducción de Residuos, o el de Adaptación al cambio Climático.

No obstante, de cara al futuro, señaló que tamibén son importantes las medidas que se incorporen al respecto en el Plan General de Ordenación Urbana, un instrumento que definirá como será la ciudad en los próximos 20 años. Por ello, en este eje, además de las superislas, es preciso diseñar un urbanismo de proximidad, que evite al máximo los traslados en coche para ir de compras o a trabajar, ralentizar o suprimir el tráfico rodado con la creación de más ejes cívicos. Al respecto, ha recordado que, como proyecto inmediato se prevé la continuación del eje cívico de Blanquerna por la calle Cotlliure, aunque en una primera fase no se ejecutarán obras de peatonalización, y que ya se trabaja en la reforma de la calle Nuredunna.

La utilización de la naturaleza como una aliada se traducirá en el Plan General en la ejecución de proyectos "de renaturalización de la ciudad" como los que ya se están haciendo en el antiguo canódromo convirtiéndolo en un parque urbano, la prevista en el velódromo y el diseño de los denominados ejes lineales en las laderas de los torrentes y los verdes. En esta línea también se incluye garantizar la ejecución del Plan de Protección de es Carnatge, la única zona del litoral palmesano sin urbanizar.

Por último, en el eje tiendente a "descarbonizar la economía", la teniente de alcalde explicó que "debemos ser capaces de fomentar modelos económicos más responsables con el medio ambiente". En esta línea se incluye la previsión de crear el denominado parque agrario en el Pla de Sant Jordi y en la zona del Secar de la Real, "garantizando que estas zonas no puedan ser urbanizadas y en un futuro se puedan destinar a reducir la actual dependencia del 80% de productos agrarios de fuera.

Truyol reitero que se prevé que en la próxima primavera se disponga de un primer borrador del nuevo Plan General, redactado por el equipo que ha ganado el concurso, que ya está trabajando con los técnicos municipales y con el equipo de Modelo de Ciudad, y que este documento urbanístico esté definitivamente aprobado en este mandato.

Recogida de vidrio

Palma fue el municipio español de los 130 participantes en el Movimiento de Banderas Verdes que incrementó el año pasado en un mayor porcentaje la recogida de vidrio en sus zonas turísticas. Por ello ayer el alcalde de Palma, José Hila, recibió la bandera verde de Ecovidrio, por haber conseguido un incremento del 60% por lo que se refiere a las toneladas de vidrio recogidas a través del contenedor verde. El año pasado en Palma se recogieron en los iglúes verdes 1.120 toneladas de vidrio, lo que representa un incremento del 60% en relación a campañas anteriores. En Balears el incremento también ha sido notable, puesto que la recogida ha aumentado un 11,7%. Además de Palma, han participado en la campaña otros 21 municipios costeros de Balears.

Ayer también se reconoció a los ayuntamientos de Muro, Santa Margalida, Santanyí, Manacor y Llucmajor por su implicación en la campaña y los resultados obtenidos.

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