En unos cuatro años el frente marítimo de la ciudad presentará una nueva cara. La reconversión de la zona en un puerto del siglo XXI habrá supuesto la inversión de unos 150 millones de euros, de momento, procedentes de administraciones públicas y entidades privadas, como el Real Club Náutico de Palma o el Club de Mar, cuyo proyecto de reconversión es uno de los más ambiciosos y costosos.
Desde el puerto del Molinar, ya en obras desde hace meses, hasta Portopí, una decena de grandes intervenciones urbanísticas se sucederán hasta el año 2023. Las nuevas construcciones de diseño moderno que prevén los clubes náuticos antes mencionados convivirán con los edificios históricos que se rehabilitarán y tendrán una nueva vida, como la antigua sede de la Autoridad Portuaria de Balears (APB), que tendrá uso institucional pero también público, con la apertura de un restaurante.
La APB tiene previsto invertir 75,1 millones de euros en diferentes actuaciones. La más significativa es la reconversión del Paseo Marítimo de Palma. Esta intervención supondrá que la ciudad deje de tener una 'autopista' frente al mar, ya que se eliminarán dos de los seis carriles actuales para aumentar tanto el espacio peatonal como las zonas ajardinadas. Esta reforma está presupuestada en 32 millones de euros y las previsiones son que las obras se liciten la próxima primavera, comiencen a finales de 2020 y finalicen en 2023.
Este puerto del futuro inmediato ganará espacio para las personas y estará más conectado con el resto de la ciudad. La transformación ha comenzado con la construcción del bulevar que conectará el Paseo Marítimo con la autopista de Llevant. Desde el torrente hasta el Palacio de Congresos, el Consell de Mallorca está construyendo una mediana más amplia, ajardinada, y aceras más anchas. Por ahora, es la única intervención prevista por el gobierno insular en esta zona.
Foco de investigación
El Moll Vell también se prepara para acoger las sedes del Instituto Oceanográfico de Balears y del Socib, el Servicio de Observación Costera de las Illes Balears. Ambos proyectos cuentan con financiación estatal y son una apuesta por reconvertir la zona en un polo de investigación puntera. La sede del Oceanográfico, explica su director, Antoni Quetglas, deberá estar finalizada en 2023 porque así lo condicionan las subvenciones europeas. El proyecto constructivo debería estar listo dentro de un año y Tragsa se encargará de ejecutarlo. El presupuesto oscila entre los siete y diez millones de euros.
Muy cerca estarán las instalaciones del Socib. Esta misma semana se ha publicado el anuncio para redactar el proyecto de arquitectura y la previsión es que las obras comiencen el próximo año, estima Joaquim Tintoré, director de este servicio. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se ha comprometido a aportar 7,5 millones de euros, la tercera inversión más importante en España en los próximos años, destaca Tintoré. En el proyecto también se ha implicado el Govern, para construir "una sede única en un lugar importante".
Junto al Moll Vell, en el Contramuelle-Mollet ya se han derribado edificios para despejar los alrededores del oratorio de San Telmo. El proyecto seleccionado por la Autoridad Portuaria reconvertirá el espacio que ahora ocupa Astilleros de Mallorca (que se desplaza al Moll Vell) en el nuevo Museo Marítimo. La inversión inicial en este lugar es de 3,1 millones de euros para definir los jardines y otros seis millones para la reordenación de la industria pesquera y la zona del museo.
La aportación de los clubes
Los jardines junto a San Telmo darán paso al nuevo Real Club Náutico de Palma. El inicio de estas obras aún es una incógnita. Tras acordar con la APB la prórroga de su concesión hasta el 31 de diciembre de 2042, a cambio de que el Club se renueve, asegure unas inversiones mínimas, derribe edificaciones para levantar otras, incluida la construcción de un aparcamiento subterráneo, el expediente está en manos de Puertos del Estado y aún queda recorrido antes de tramitar los permisos de obra. Esta renovación implicará una inversión de 11,8 millones de euros.
Un proyecto que debería de comenzar ya es la transformación del Club de Mar, en el muelle de Pelaires, anunciada para este otoño, aunque aún está tramitando permisos, según confirma la entidad. La reforma supondrá unos 50 millones de euros, la mayor inversión privada en suelo público de Puertos del Estado. El proyecto elimina barreras, de forma que se ganará superficie de uso para la ciudadanía, con la prolongación del Paseo Marítimo con sus zonas ajardinadas y carril bici, hasta la terminal de cruceros.
Esta inversión millonaria forma parte del convenio con la Autoridad Portuaria para renovar la concesión de explotación de las instalaciones durante 25 años más. Además, el Club se ha comprometido a pagar 250 millones de euros en concepto de tasas públicas durante ese periodo.
Como reconocen desde Autoridad Portuaria, se presenta una legislatura cargada de trabajo para dar forma al puerto del siglo XXI.
