La infección de la bellasombra de la plaza de la Reina está muy avanzada. La podredumbre del árbol protegido, con alrededor de un siglo de antigüedad, "afectaba a una parte mucho más extensa de lo que inicialmente se creía", como explicó ayer la conselleria de Medio Ambiente del Govern después de que los expertos del Servei de Protecció d'Espècies analizasen el ejemplar fracturado el jueves pasado. El seguimiento tras su tala ha permitido detectar que "el interior de todas las ramas principales (cimas) presentaban un núcleo de pudrición" que ha llegado "a las raíces superficiales, que están vacías y muy afectadas a pesar de que tenían un aspecto sano", según añadieron.

Ahora solo queda el tocón del ejemplar centenario debido a que el pasado día 10 se llevó a cabo una rebaja total para evitar una nueva fractura y poner en peligro a los viandantes y bienes que hay en la céntrica zona. Los técnicos del Medio Ambiente continúan pendientes de la evolución de la bellasombra, también conocido como ombú, aunque "no esperan que se produzcan rebrotes, ya que la enfermedad se encuentra muy avanzada", indicaron.

La infección bacteriana que lo ha corroído por dentro se detectó en septiembre del año pasado, cuando se efectuaron una serie de analíticas después de la rotura de uno de los brazos del árbol. Las pruebas se repitieron en enero y en ellas "se encontraron hasta cuatro hongos que pueden ser patógenos [...], además de bacterias del género Serratia". Para que no avanzasen e intentar recuperar el árbol emblemático, empezaron los tratamientos necesarios. Las últimas actuaciones se hicieron en junio, cuando se saneó otra vez, y fue examinado de nuevo la semana pasada para rebajar las ramas principales.