Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Son Espanyolet apadrina árboles

Vecinos del barrio plantarán el 27 de octubre los doce árboles que algunos han donado para un huerto en suelo público

Mike Gaetner es un vecino austriaco que dedica mucho tiempo al huerto. manu mielniezuk

Hace dos años, Jaume Gelabert impulsó una idea colectiva que encontró compinches como Pau Solé. El Hort de Son Espanyolet es el sueño que día a día comparten más vecinos de este barrio sacudido por codicias diversas que le están cambiando la piel. Pero sus resistentes inquilinos hacen caso al biólogo David George Haskell cuando escribe "sal fuera, no vayas a un lugar especial, vale con que salgas por tu barrio; abre tus ojos y percibe los sonidos de tu alrededor" y están preparando una siembra colectiva de árboles el 29 de octubre. Mike Gaetner es uno de ellos.

"Vivo en el barrio y he ido viendo el huerto. Al principio hubo poco movimiento, pero desde 2018 y gracias al apoyo de Neus Truyol que nos permitió tener agua, el huerto creció; en una de las asambleas y viendo la necesidad de contar con árboles se nos ocurrió la idea de que las personas los apadrinasen. Es necesario crear espacios así en Palma. Estos árboles serán para las próximas generaciones", expresa este trabajador en hostelería austriaco que vive en Son Espanyolet.

Dos voluntarios se acercaron hace días a cavar en el huerto. H.S.E.

La idea es plantar doce ejemplares, bien llevando el propio árbol al huerto o portarlo y que lo trasplante otra persona; o está la posibilidad de donar 20 euros para comprar un árbol. Asimismo, puede haber voluntarios para cuidar los árboles apadrinados.

Por el momento la respuesta es entusiasta. Algunos vecinos como Rocío Oliver les ha brindado su experiencia en la ONG Bamba Project en Kenia, donde en la zona de Kabarnet se plantan cada año miles de árboles. Ella ha apadrinado un olivo y un árbol de lima aquí.

"Me siento del barrio. Me encanta la idea. Si a la gente le ofreces una manera de hacer directa en el que se ve al final representado en un árbol, sientes que puedes cambiar algo. Yo creo en la acción directa de las personas para lograr un cambio social", confiesa.

Otro de los vecinos que se han apuntado son Guillem Mudoy y Tita. Han apadrinado un cerezo, un laurel y un membrillo; sus hijas también. "Es una iniciativa fantástica que hace barrio y en la que se han involucrado jóvenes. Palma debe ser una ciudad más amable y en un momento en que Son Espanyolet se está gentrificando y está amenazado, el hort es esperanzador; aunque sea una cosa pequeña".

Mike cuenta con una de las parcelas de este huerto colectivo cuyas raíces van más allá de la siembra. Hay detrás toda una filosofía que lo riega. Las ideas se debaten, las decisiones y acciones son colectivas. Con lista de espera en las parcelas, algunas cuidadas con mucho esmero por algunas personas que conocen las artes del huerto, cuentan con el apoyo de Christer Sodeberg en el sistema de biochar y de Maria Antònia Oliver que organiza el Festival Eima, así como los de la Asociación de Agricultura Ecológica de Mallorca.

Donde hubo cemento y abandono están creciendo los alimentos y revolotean los insectos. En años, se escuchará hablar a los árboles.

Compartir el artículo

stats