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Entrevista

Lluïsa Dubon Pretus: "Ciudadanos y turistas están cansados de la saturación de los cruceros"

La presidenta de Palma XXI traza la nueva línea: "El Ensanche y ser custodio en el parque agrario del norte"

Lluïsa Dubon preside Palma XXI, una entidad ciudadana con tres años de acción y estudio. Guillem Bosch

Lluïsa Dubon Pretus -Maó, 1953- hace del jubileo acción. Poco después de su retiro laboral, comenzó a presidir la entidad Palma XXI. “¡Frenar en seco podría ser duro!”, comenta. Le dio el relevo Jaume Garau. Ambos han sido activos militantes en las filas socialistas. Ella fue consellera de Urbanismo y Ordenación del Territorio en Menorca, y después presidió la comisión de Ordenación del Territori, Urbanismo y Patrimonio en el Consell de Mallorca. “La política es una escuela. Enseña a llegar más a las personas”, asegura en momentos bajos de la política. Ahora expresa: “¡No quisiera estar en la piel de Sánchez!”.

El Ensanche y el norte de Palma van a centrar sus acciones al frente de esta agrupación ciudadana que en su año y medio de vida se ha ocupado en gran medida del centro, en denunciar la saturación de los cruceros y en analizar procesos de gentrificación y carga poblacional derivados, en gran medida, por el monocultivo turístico.

P Los geógrafos siempre fueron útiles en política. Como usted.

R La verdad es que nunca pensé que podría desarrollar mi carrera en tantos frentes. Yo perseguía la utopía. Después entré en la Administración, en Estadística, y pensé que ese era mi mundo hasta que me doctoré. Luego me llamó una compañera de carrera para encargarme el Plan territorial de Menorca. Me negué. Me entró vértigo. Al final, acabé y debo confesar que siendo política es como me he realizado como geógrafa.

P En atención a ambos frentes, ¿cómo se posiciona con la autopista de Campos que ha sido aprobada por su partido, fuertemente contestada por la ciudadanía?

R Solo puedo decir que en Menorca no apoyé el desdoblamiento de la carretera Maó-Ciutadella. La de Campos no tiene vuelta atrás. Yo intentaría mitigar los impactos. Reconozco que el tema carreteras me supera porque tomas decisiones que afectan a muchas personas, que les puede perjudicar, reclamaciones de muchos técnicos. Yo quería menos competencias. Con el Plan Territorial de Menorca tomé decisiones y no se desdobló. ¿Respondo a su pregunta?

P No cabe duda que es usted política. ¿Qué respuesta intuye que se va a dar a la moratoria contra los megacruceros que han presentado más de treinta entidades, entre ellas Palma XXI?

R La ciudadanía está cansada de la saturación, y también el propio turista. Creo que de esa convergencia pueden darse soluciones. Además, en un contexto de la emergencia climática, el factor de la contaminación, del derecho a la calidad del aire, les hará valorarlo. También sé que en política el 100 por 100 es imposible.

P¿La actitud de Cort es tibia?

R No, creo que están por la labor. Es la Autoridad Portuaria de Balears la más precavida; también son los que reciben más presiones.

P ¿Hacia dónde se encamina Palma XXI con usted al frente?

R Jaume ha dejado un legado fundamental que hay que mantener desde la complementariedad. Vamos a abrir otros temas. Vamos a abrirnos al Ensanche que también es el centro de Palma, recuperar las ideas de Toni Martínez sobre las avenidas, por ejemplo, para que sean un bulevar. En la línea del Plan Calvet, darle importancia al lugar ocupado por las murallas, perdido por los coches. Además queremos trabajar en otras coronas, en la periferia. Cort, la UIB y el Govern trabajan en el llamado parque agrario que va desde la UIB a Son Espases. Queremos colaborar.

P ¿Podría concretar?

R Querríamos colaborar como custodia del territorio, una idea anglosajona de principios de siglo XX en la que grandes bosques privados eran abiertos por sus propietarios a cambio de un disfrute. Depurando la idea, Cort organizó en mayo unas jornadas de custodia urbana que ya se está haciendo en Palma, en el canódromo, con el instituto Joan Alcover, que se reforestó. El otro proyecto más agrario es la Comuna de Bunyola. Nosotros queremos colaborar en red en la zona norte, recuperar este espacio interesante porque en él siguen la Font d’en Baster, la Font de la Vila y la de Mestre Pere, que determinaron Palma. Hay terrenos públicos, y privados, con distintas casuísticas. Hay que hacer microcirugía. El objetivo final de este parque agrario es alimentar Palma, que vuelva a ser la gran huerta de la ciudad.

P ¿Es solo una de tantas ideas que se quedan en una declaración de buenas intenciones?

R La propuesta es factible y rentable. Los propietarios podrán alquilar o arrendar; no vender. La UIB y Cort tienen terrenos podrían dar ejemplo. Hay mucho trabajo por hacer. Estamos preparando un itinerario por la zona para hacer el recorrido. Es un gran desconocido.

P ¿Qué opinan los vecinos?

R Son partidarios de un pulmón verde.

P¿Qué propone frente a la alerta climática?

R Frente al cambio climático hay que reforestar y la mejor máquina es el árbol. Palma debe ser más verde, más permeable y menos inundable. Necesitamos la depuradora ya. No puede ser que caen cuatro gotas y se produzcan esos vertidos. Desde Madrid se trabaja con el número de residentes y no tiene en cuenta la población flotante.

P Cambio de modelo o desaceleración. ¿Cuál es su opción?

R Pasar del blanco al negro no es bueno. El alquiler turístico, una buena idea, se ha transformado en un gran problema. Soy partidaria de zonas turísticas con zonas residenciales. Estamos todos en el mismo barco. Creo que en Mallorca habíamos avanzado hasta la crisis de 2008; los decretos de Cladera , del PP, iban hacia un modelo distinto al actual, el del todo vale.

P ¿Es Menorca la esperanza verde de Balears?

R Tenemos obsesión por la limpieza, y en un entorno limpio, es un sacrilegio ensuciar. Esa conciencia de mantiene; quizá hemos tenido menos presión que Eivissa y Mallorca.

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