Las cerca de 350 personas que a diario se acercan al parque verde de Emaya se encuentran con largas colas para poder entrar en estas instalaciones y depositar sus residuos o trastos, situación que ya ha provocado las primeras quejas. Al incremento de usuarios que se ha experimentado en los últimos años se une que la empresa pública ha limitado el acceso a este recinto de los vehículos. El objetivo es controlar que cada residuo se deje donde toca y que el reciclado se haga correctamente.

A la entrada de este parque verde situado en la calle Gremi de Sucrers i Candelers es habitual ver una cola de coches y furgonetas esperando y mucho más desde que hace diez días Emaya ha restringido el acceso, de manera que solo hay tres vehículos dentro al mismo tiempo. Además, ya en el recinto, un trabajador recibe a los usuarios para informar del motivo de esta espera y sobre qué otros puntos existen en Palma para poder depositar algunos de los diferentes residuos, según confirmó ayer una portavoz de la empresa.

Desde las ocho de la mañana y hasta las 19.45 horas, en el Parque Verde van entrando los vehículos de uno en uno a medida que otros van saliendo y sin que haya más de tres dentro, por lo que el ritmo se ralentiza y se va formando una larga cola. La situación no mejora en fin de semana, cuando muchos ciudadanos aprovechan su tiempo libre para deshacerse de determinados residuos que no pueden dejarse en un contenedor de la calle.

Emaya es conocedora de estas largas colas, pero alega que "se habían detectado demasiados casos de materiales u objetos que no se depositaban en su lugar, llegando a impedir el reciclaje de todo el contenido del contenedor o caja".

Desde que se ha implantado la limitación de vehículos, a este parque verde entran unos 350 usuarios por día, algo menos de la media de septiembre, que fue de 361 personas diarias. En total, durante el pasado mes se atendió a 10.842 usuarios en estas instalaciones.

La cifra de personas que acuden a este punto de Son Castelló se ha ido incrementando en los últimos años. En septiembre de 2017 registró una media de 205 por día; en 2018 fueron 330 y ahora 350, según los datos de Emaya.Otro parque, sin concretar

Ante la gran afluencia de personas con residuos para reciclar, Emaya se planteó abrir otro parque verde en el municipio (existe otro más en Sant Jordi y un camión de reciclaje), aunque no hay ningún proyecto a corto plazo, confirman desde la empresa. "Se buscaron posibles ubicaciones por la zona Ponent, no es fácil encontrar espacio, pero de momento no se ha concretado", añadió la portavoz de Emaya.