La Defensora de la Ciudadanía, Anna Moilanen, manifestó ayer su preocupación por el incremento de las quejas formuladas por los ciudadanos como consecuencia de las molestias generadas por las obras tanto públicas como de particulares.

En seno de la comisión del pleno de Sugerencias y Reclamaciones, Moilanen explicó que las molestias generadas por las obras, ya sea por el ruido que provocan, el exceso de ocupación de la vía pública con materiales o la por maquinaria relacionada con los trabajos, tanto por lo que se refiere a las obras que cuentan con licencia municipal, como las que se ejecutan de forma clandestina, "se han incrementado de forma considerable".

El problema se agrava debido a los pocos celadores que son los encargados de vigilar estas cuestiones y por el hecho de que su horario no se adecua al que utilizan los infractores. Por ello, reclamó más medidas de coordinación entre los distintos departamentos municipales que intervienen como son los de Licencias de Actividad, Salud o la patrulla verde de la Policía Local.

Entre los expedientes propios que tramita la Oficina de la Defensora de la Ciudadanía, 39 de los 127 que están activos en estos momentos están relacionados con problemas de ruidos, lo que significa más de un 30% del total. Moilanen explicó además que las quejas que llegan a su oficina solo son "la punta del iceberg", puesto que habitualmente antes de acudir a la Defensora los ciudadanos han interpuesto con anterioridad denuncias en otros departamentos municipales o quejas ante la Policía Local.

Accesibilidad de la plaza Major

Otra de las cuestiones irresueltas que Moilanen puso sobre la mesa es la relativa a los accesos a la Plaza Major que, tal como se contempla en un informe, incumplen la normativa de accesibilidad universal. Sobre esta cuestión la concejala de Infraestructuras, Angélica Pastor, rechazó la propuesta de Ciudadanos para convocar un concurso de ideas para remodelar las escaleras que comunican la Rambla con la plaza.