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Participación

Las mujeres dan voz al barrio de La Soledat

Un taller, inscrito en el encuentro Arquitecturas colectivas, sirvió para que las vecinas pidieran mejoras y que se haga "realidad" Can Ribas

Las mujeres dan voz al barrio de La Soledat

Unos cuantos pupitres de colegio antiguo se convirtieron en mesa de debate entre unas quince mujeres de La Soledat, de distintas edades, culturas, razas y colectivos que espoleadas por Merritxell Esquirol compartieron sus ideas sobre el barrio. "Un bus para ir al centro de salud, limpieza, badenes para evitar que atropellen a nuestros niños, hacer algo ya en la fábrica de Can Ribas", fueron algunos de los deseos que plasmaron en colorines sobre los folios.

La iniciativa forma parte del encuentro internacional de Arquitecturas Colectivas que empieza la próxima semana y que este año ha elegido como sede Palma, concretamente los barrios de La Soledad, Nou Llevant y Molinar.

"Se trata de construir o promover identidad de barrio desde la perspectiva de género, es la manera que tienen los medios de retratar la realidad, alejados de ésta, tremendista, y con una imagen victimizadora. Buscamos dar voz a las mujeres", expresó Merritxell Esquirol, que fue quien tiró del hilo.

"Soy de La Soledat de toda la vida", se presentó Caterina, una mujer mallorquina "pon de la mercería, que así me conocerán más", que voluntaria en Cáritas que apoya a vecinas desfavorecidas como Rosario, que "con la contributiva no me da para comer".

Frente a la mujer de raza gitana, que posó para el cartel, está Ivonne, "¡todo un pibón!", que se presentó como transexual y que desmintió la peligrosidad del barrio que sale a menudo en las noticias. "Yo paseo muy tranquila!", alabó.

Frente a las fotografías de las promociones de pisos de lujo en Nou Llevant, a escasos metros del corazón del barrio maltratado, donde ayer un grupo de mujeres puso voz y dignidad, todas rieron: "¡Queremos uno igual, con su piscina y su todo!". La carcajada posaba en la cámara de Miquel Julià, que es quien plasmará en imágenes este y otros talleres de las próximas Arquitecturas Colectivas.

En el antiguo taller de herrero quedaron escritas palabras como respeto, educación, civismo y sobre todo "amor al barrio, el que las mujeres tenemos a La Soledat".

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