Tras años de quejas vecinales, de denuncias y llamadas a la Policía Local, el ayuntamiento de Palma ha ordenado el cierre de una discoteca en la calle Joan Miró durante tres días por exceder el límite de ruido permitido. La medida, que podría conllevar una multa de 10.000 euros, es insuficiente para la asociación de vecinos de Son Armadans, que teme que el local reabra justo el próximo fin de semana.

La discoteca en cuestión se llama Opus y anteriormente ya funcionaba como Gold, explica Catalina Llompart, presidenta de la asociación de vecinos Son Armadans, que lleva denunciando los problemas de ruido y altercados desde hace cuatro años. "Ha tenido que venir la Policía en varias ocasiones porque es un desastre, esto es el Bronx", explica Llompart. El cierre del local se decretó el pasado sábado después de que se comprobara, por segunda vez en los últimos meses, que se excedía el límite de ruido y el horario.