Una nueva sentencia, recurrible ante el Tribunal Superior de Justicia de Balears, da la razón al ayuntamiento de Palma cuando no concedió el permiso de instalación y obras a la sociedad Teatro Casino Balear SA para la instalación de una sala de juego.

Los promotores de estas instalaciones, precintadas por Cort desde hace años por haber realizado obras sin el correspondiente permiso municipal, pretendían obtener del Ayuntamiento la correspondiente autorización por silencio administrativo positivo y que no se les aplicara la ordenanza del Centro Histórico, que impide la actividad de sala de juegos en edificios colindantes a viviendas, además de exigir un determinado número de aparcamientos.

Los promotores alegaban que disponían del permiso autonómico para la instalación de la actividad de Casino en el antiguo Teatro Balear. Desde Cort alegaron que no se puede dar la licencia por silencio porque el proyecto presentado incumple la normativa urbanística y que la autorización del Govern está condicionada a la obtención de la licencia municipal.