La proliferación de locales donde se pueden hacer apuestas deportivas y su "impacto negativo en la economía de personas de clase media o media-baja" es una "preocupación" para la regiduría de Modelo de Ciudad, que estudiará cómo puede limitar esta actividad, según ha confirmado a este diario. Según los datos del Govern, en Palma hay 59 salones de juego en activo y cinco locales solo de apuestas.

Hace unos meses, el pleno de Cort aprobó una moción de Ciudadanos por la que se comprometió a prohibir la apertura de casas de apuestas y salones de juego en las proximidades de centros escolares, institutos, centros juveniles y edificios públicos con alto tránsito de menores. Ahora, el área que dirige Neus Truyol, en vista de las consecuencias que esta actividad tiene en un gran sector de la población, "estudiará con las competencias vigentes, qué margen de actuación tiene para limitar esta actividad", han avanzado fuentes municipales.

Reglamento y fin de la crisis

En 2017, año en que el Govern aprobó el reglamento de las apuestas, por el que las salas de juegos ya autorizadas podían añadir esta oferta, el departamento de Actividades tramitó siete expedientes de salas de juego, casas de apuestas deportivas y similares, una cifra en la que también pudo influir la salida de la crisis, apuntan fuentes de Cort. En total, en los últimos cinco años, se ha dado licencia a 14 establecimientos de este tipo, además de autorización para dos ampliaciones.

Los datos globales sobre cuántos locales de juego y apuestas hay en Palma los tiene la conselleria de Transición Energética y Sectores Productivos, de la que depende el Servicio de Juego. El listado, actualizado el pasado marzo, indica la actividad en 59 locales diferentes, mientras que de solo apuestas aparecen cinco establecimientos.

El gasto ciudadano

Tal como publicó este diario hace unos días, la patronal del juego prevé recaudar con las apuestas deportivas unos 25 millones de euros a lo largo de 2019 en Balears, donde cuenta con más de un centenar de establecimientos en las diferentes islas.

En referencia al gasto de los ciudadanos, Cort saca a relucir datos del Anuario del juego en España 2018, el último publicado, según el cual dos de cada diez españoles se sumaron a las apuestas deportivas durante 2017. Este estudio también evidencia que la crisis supuso un descenso del 26,7% en el juego real, entre 2008 y 2014, "motivo por el que entendemos que desde 2009 a 2015, tan solo se tramitaron dos expedientes", explican desde el Ayuntamiento.

Las fuentes de Urbanismo también destacan que esos siete expedientes para nuevos locales de juego en 2017 se dio en otros años, como en 2001, con la tramitación de otros ocho, o entre 2001 y 2006, con 17 en total.

Júlia Monge, psicóloga clínica de la asociación Juguesca, que atiende a un centenar de personas con ludopatía, confirma que el incremento de la oferta, tanto de salones de juego sin apuestas como los que han incorporado esta modalidad, es "un problema". Y que la aprobación del reglamento sobre apuestas ha conllevado que haya más locales de este tipo en Palma y en los pueblos.

La consecuencia la ven en su consulta. Si antes les llegaban algo más de 30 nuevos casos cada año, desde hace dos ejercicios ya rozan el medio centenar. La especialista considera que "hace falta mucha mucha coordinación y actuaciones en serio" para atajar el problema de la adicción al juego.

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