"Pinchazos; cambios de aceite, bujías o pastillas de freno; fallos eléctricos que se arreglan programando de nuevo la centralita y otras averías sencillas de solventar son la tónica de lo que hay. Cada vehículo tiene especificado en un papel su problema, por lo que al leerlos me quedé más que perplejo", explica el delegado del sindicato mayoritario, Juan Dato, que añade que incluso está paralizado entre el 20% y 30% de la flota nueva por "tonterías como estas". Lo corrobora Guillem Barceló, de CCOO: "casi todos los inmovilizados lo están por cosas nimias".

Además, el vehículo que coloquialmente es llamado el 'multacar' no patrulla desde hace más de un año "debido a jubilaciones" y los radares móviles para controlar la velocidad no se usan porque carecen del 'software' necesario, tal como enumeran sobre otras carencias materiales de la Policía, sin contar la falta de efectivos.