Agentes de la Patrulla Verde de la Policía Local de Palma paralizaron el pasado día 1 un concierto al aire libre en sa Possessió, en el polígono de Son Rossinyol.

Los policías se personaron en el concierto a las cuatro de la madrugada tras las numerosas quejas de vecinos debido al ruido que les llegaba. Los agentes comprobaron que se excedía el límite sonoro permitido y que el promotor no tenía licencia. La infracción podría acarrear una multa de hasta 300.000 euros