La parálisis cerebral de Susana, una niña de 11 años con un ángel llamado José Manuel López, no será ningún impedimento para subirse a "un triciclo adaptado que le servirá para estimular el movimiento", destaca el creador de la ONG Impossible 365. Sí lo es el precio de este vehículo especial -unos 4.000 euros-, pero Susana tiene más cerca poder ir sobre tres ruedas y que le dé el aire en la cara -le encanta- gracias a la carrera solidaria celebrada en el Molinar y el parque de Son Serra Parera ayer por la tarde.

Alrededor de 300 personas se congregaron en la primera línea del barrio, muy cerca del obelisco, para participar en un evento en el que primaba por encima de todo la inclusión. Niños, adultos, gente en silla de ruedas junto a expertos corredores, algunos a los que les costaba caminar, ciegos con guías para correr y hasta uno que lo hizo sin ayuda fueron la variedad de inscritos que acudieron a la cita convocada por Impossible 365. "Queremos dar visibilidad a las personas que tienen dificultad para hacer deporte, porque es una práctica que beneficia a todo el mundo", en palabras del impulsor de la carrera solidaria.

Como invitado de excepción, estuvo el deportista Xavi Torres, que apadrinó el evento, aunque la protagonista era Susana Cuello y otros niños en su misma situación que, si finalmente consiguen el triciclo adaptado, podrán hacer ejercicio más fácilmente.

La salida y llegada de la prueba fue frente a Palmer Inmobiliaria, la patrocinadora, aunque había diferentes distancias en función de la edad y condición física. Los niños corrieron 100 o 400 metros y el resto hizo 1.609 metros o cinco kilómetros, todos con la brisa del mar en la cara, como Susana.

CONTENIDO_RELACIONADO

  • El auténtico Ironman solidario

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO