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Recta final para el bosque del Canódromo

Cort todavía no ha fijado fecha para su inauguración, prevista para el próximo mes, tras más de un año de obras

Dos responsables de la correcta realización de los trabajos supervisan el terreno en la parte alta del parque. B. Ramon

Las vallas de las obras dejan entrever el parque, árido aún, en el antiguo Canódromo de Palma y que será el denominado bosque urbano. Los obreros continúan trabajando a pleno sol en este solar de 16.102 metros cuadrados situado detrás de los institutos, junto a sa Riera. Es ya la recta final antes de su inauguración, prevista para el próximo mes, aunque todavía no hay día fijado para ello. Tras más de un año de trabajo y 966.000 euros invertidos, en lo que era un terreno abandonado, lleno de maleza, ya se distingue el paseo peatonal, se ven bancos instalados, papeleras, juegos infantiles en el centro y modernas farolas.

Hasta que los recien plantados árboles lleguen a dar sombra, habrá que esperar bastante; su tamaño es todavía muy reducido, a excepción de los que ya estaban antes y se han respetado, como los varios ejemplares de plátanos. Los nuevos árboles son 280 de distintas especies mediterráneas: almez, pino y encinas, además de los cipreses en la zona que da a la calle Carles I. Su sistema de riego ya está instalado y queda pendiente la plantación de arbustos y tapizantes.

En el centro del bosque y de la pista deportiva, entre máquinas de obra y elementos aún embalados, se identifica la zona de juegos infantiles, fabricados en madera y en los que habrá una tirolina. Todavía falta acabar de instalarlos y la superficie de seguridad, pero serán muy diferentes a los que ya hay entre las calles Llorenç Cerdà y Carles I.

Entre los trabajos que se han dejado para esta recta final se incluye el encintado de la pista deportiva y el acabado de su superficie blanda, que se dañó por el peso de las máquinas durante las obras.

El futuro parque ya tiene los accesos construidos, uno bajo los arcos situados en Llorenç Cerdà y otro en Carles I, con rampas para que el recinto sea accesible.

En estos meses se ha rehabilitado el ramal de la acequia de la Font de la Vila, protegida, y se han conservado aquellos elementos arquitectónicos que se han encontrado en el recinto. En cuestión de semanas, el proyecto estrella del Ayuntamiento durante la pasada legislatura abrirá al público.

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