El alcalde de Palma, José Hila, ya tiene fecha para acudir al ministerio para la Transición Ecológica e intentar desbloquear el proyecto de la nueva depuradora de Palma. Será el próximo 16 de septiembre, cuando se reúna con el director general del Agua, Manuel Menéndez.

La reunión fue solicitada en julio por el propio Hila "para reclamar y acelerar la nueva depuradora, que debe dar una solución definitiva a los vertidos", según explicó entonces.

Tal como publicó este diario el pasado mes de abril, la financiación de la nueva planta en el Coll de'n Rabassa está en el aire después de que la sociedad estatal de gestión del agua, dependiente del ministerio para la Transición Ecológica, comunicara al Govern su negativa a hacer frente al coste de dos depuradoras, la de Palma y la de Can Picafort, inversiones a las que se había comprometido el Ejecutivo central en 2009. En el caso de Ciutat, el presupuesto de la nueva planta de tratamiento ascendía a unos 80 millones de euros.

Según indicaron fuentes de Emaya ayer, la tramitación de la nueva depuradora para Palma sigue el "ritmo esperado", aunque la realidad es que está en fase de anteproyecto y tramitación de las autorizaciones ambientales desde abril del pasado año.

Si la financiación estatal se mantiene y el Ministerio se hace cargo del coste de la nueva depuradora, las previsiones de Emaya es que sea en 2021 cuando se inicien las obras.

Paralelamente, la construcción del colector interceptor, que recogerá las aguas pluviales y residuales de Palma, además del depósito de agua junto a la depuradora, se retomará en octubre, después de meses de parón y de que en abril se anunciara el inicio de las obras, que se limitaron a efectuar las catas arqueológicas y al vallado del camino hasta el terreno del futuro tanque de líquidos.

Así, mucho antes de que la nueva depuradora esté construida, Palma contará con estas mejoras que, según ha indicado Emaya en diversas ocasiones, reducirán en un 90% los vertidos de aguas fecales al mar.