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Los comerciantes denuncian suciedad y mal olor en el casco antiguo

Papeleras desbordadas, regueros de helados y bebidas en el suelo sin limpiar durante semanas son algunas de sus quejas

Papeleras a rebosar y sin vaciar durante días, vómitos durante tres meses sin limpiar, restos de helados y de bebidas que caen al suelo y cuyas manchas no se limpian, regueros de las basuras de los restaurantes de la zona que transportan a los contenedores son solo algunas de las quejas que comerciantes del casco histórico han remitido a Cort y a Emaya. Por el momento siguen sin respuesta.

Se trata de establecimientos comerciales de prestigio y calidad ubicados entre las calles Conquistador, Victoria, la cuesta de Santo Domingo, Colom, la calle Monjas y el Call. Atestiguan su queja con múltiples fotografías que no dejan lugar a dudas: el centro antiguo de Palma, uno de los destinos turísticos de excelencia, reclama "limpieza en profundidad".

Maceteros usados como papeleras, a dos pasos de la Seu. Guillem Bosch

Las máculas alcanzan a los principales edificios de la Administración pública, el Ayuntamiento, el Consell de Mallorca y el Parlament, en cuyos suelos se percibe el rastro de la suciedad.

"Si en pleno centro hay esta falta de limpieza, cómo estarán zonas menos visibles de Palma", se preguntan los comerciantes que aseguran sentirse perjudicados por esta imagen.

La suciedad se agudiza "al paso de los cruceristas, que durante unas horas, pasan por el centro de la ciudad y dejan su huella en papeleras llenas, restos de botellas de agua de plástico, manchas de helados y papeles. Si quieren más turistas, que doten a la ciudad de más servicios", expresaron. Algunos incluso han llegado al extremo de tener que limpiar delante de su negocio.

Otra de las quejas es el mal olor, "a orines", indican. Las altas temperaturas lo favorecen. Por el momento no se han constituido en plataforma. Su queja es un eco de años, solo que el verano de 2019 "es peor", sostienen.

"No es que estemos en contra de los cruceristas, no vamos a ser elitistas, pero es cierto que no aportan nada económicamente, una cocacola entre cuatro personas, ¡ya me dirás!, frente al gasto que supone para la ciudad en todos los sentidos", indicó un zapatero muy afamado de la zona. Piden limpieza y "sentido común".

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