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Entrevista

Aina Bauzá Roig: "Crear una clase para mujeres en la Copa del Rey no me parece muy buena idea"

La regatista mallorquina fue tripulante de la Federación Balear de Vela que ganó la Purobeach Women's Cup

Aina Bauzá formó parte de la tripulación que ganó la primera Copa del Rey Mapfre femenina. Guillem Bosch

El mar empezó siendo el medio de solaz familiar hasta hacer de él su pasión y medio de vida. Aina Bauzá Roig (Palma, 1994) es una de las cuatro tripulantes que acaba de ganar la Purobeach Women's Cup, la novedad más mediática en la reciente Copa del Rey Mapfre, Reyes aparte, al ser la primera copa exclusivamente femenina. Al podio se subió el equipo de la Federación Balear de Vela con Helena Alegre de patrona. Aina Bauzá celebra el triunfo aunque considera que "no tendrían que haber hecho algo especial para las mujeres; hubiera preferido una tripulación mixta".

Campeona de España en la clase Láser, donde "me siento a gusto es en las regatas en solitario", tiene las miras puestas en las Olimpiadas. Reconoce que está "muy difícil" porque "el Gobierno español solo da ayudas si estás entre los primeros quince puestos del mundo".

Además de sus logros como regatista internacional -es integrante del equipo español-, es capitana e instructora en formación marítima y entrenadora de vela.

P ¿Cómo empezó todo?

R Mi entrada en el mundo de las regatas fue una historia kafkiana. Mis padres son aficionados al mar y desde muy pequeña navegaba, pero no con la idea de hacer regatas. Empecé en Optimist, no era muy buena, más bien pasota, hasta que a los 14 años competí con Láser y todo cambió. Ahora, diez años después, hago Láser Radial. Me gusta esta clase porque es muy libre, te permite organizarte con facilidad, es fácil de transportar y su presupuesto es bajo. Claro que también me gusta navegar, y de hecho lo hago, en otros barcos. Me encantaría competir en la Volvo, pero son palabras mayores. Ahora tengo en mente hacer regatas de altura.

P ¿Qué se requiere para ser un buen regatista-navegante?

R Mucha paciencia, mucho positivismo porque esperas el viento y no llega y mejor pensar que ya llegará; has de ser manitas porque siempre se rompe algo en el barco. Y, desde luego, estar muy preparado física y psíquicamente porque para competir a un nivel muy alto, la suerte no funciona, sí el trabajo constante y la preparación y ser dúctil. A veces la regata no sale como habías pensado y hay que tomar decisiones rápidas. Hacer regatas es como jugar al ajedrez y hacer ejercicio.

P¿Cambia el mar a las personas?

R ¡Mucho! Te domestica rápidamente. Te recuerda que has de ser responsable y que si no cuidas tu barco, algo te pasará en la mar, un lugar en el que siempre has de resolver algo tú sola.

P ¿Abunda la testosterona en el mundo de la mar?

R Sí, aunque matizaría que las diferencias de género se dan más entre la marinería porque cuando llegas a un nivel cualificado apenas hay; sí que es muy jerárquico. Como en todo, es cuestión de educación.

P Las regatas siguen siendo desiguales en género.

R ¡Yo no veo diferencias, somos igual de buenas navegando nosotras que ellos, pero quizá somos menos porque en la adolescencia, que es el momento en el que se decide si continuar o no, muchas mujeres abandonan.

P No usted, y eso que no era buena en Optimist...

R (Risas) A medida que crecí, cambié el aparejo y navegué en un Láser 4.7 hasta los 18 años. Ahora navego en Láser Radial. Me gusta navegar sola; en equipo te pasas ocho horas o más en un barco. Es un experimento sociológico brutal que requiere mucho temple. ¡No siempre es fácil!

P La Copa del Rey ha creado este trofeo solo para mujeres. ¿Qué le parece? ¿No es discriminatorio crear algo solo para mujeres?

R Equipos mixtos ya hay hace años, aunque con poca presencia de mujeres. En vela olímpica navegamos por separado. Al final, en la Copa del Rey se creó este trofeo que hizo que se apuntaran regatistas medallas olímpicas que de otra manera no hubieran venido, pero en mi opinión, hubiese preferido que no hicieran algo especial para nosotras; mejor equipo mixto. Con todo, fue una regata muy divertida, con una flota muy competitiva. Estamos muy orgullosas, porque ganamos y solo teníamos un sponsor, no como otros equipos.

P ¿Cómo está su participación en los Juegos Olímpicos?

R Hay 44 plazas para este año y todos queremos una. Solo se la llevará una persona por país, y solo quedan dos países por Europa. A finales de abril se sabrá. Es muy difícil pero no pierdo la esperanza.

P En la cruzada por la posidonia, ¿cómo se posiciona?

R El principal problema se debe a la contaminación de los emisarios. Se está culpando a los navegantes y se mete en el mismo saco a barcos con esloras pequeñas con los grandes yates. El control que se ha hecho está bien, porque hay que tomar medidas y dar información, ahora bien, las sanciones solo las pagarán los barcos de aquí, los de bandera de otro país no pagarán las multas. El Govern debería sacar un mapa de la posidonia y no lo ha hecho. La mayor parte de empresas que trabajan aquí con chárteres son ajenos a lo que pasa en el mar.

P Como regatista, navegante ¿nota los efectos de cambio climático?

R El mar está atestado de plásticos y la gente no es consciente. Creo que el mayor porcentaje procede de los plásticos que llegan de tierra al mar y por las aguas pluviales. Acabo de llegar de Japón y para todo usan plástico, pero en el mar no ves ninguno.

P ¿Saturación de barcos en Mallorca?

R Sí la hay, la pena es el modelo. Faltan amarres para barcos de esloras más pequeñas, que son de los navegantes de aquí. Han cerrado el mar a los locales para dejar hacer negocio a personas de fuera, y va a ir a más. Se está convirtiendo todo en marinas. Somos el epicentro de la navegación y el volumen de negocio se lo llevan los extranjeros. ¡Increíble! Así somos.

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