La Unesco dio en mayo un toque de atención a Venecia. Le da un plazo de un año para que vete estos megacruceros o le retirará ser patrimonio de la Humanidad. El pasado mes de julio una embarcación de Costa Cruceros estuvo a punto de chocar contra un yate, un buque de transporte público en el puerto de Venecia, muy cerca de una cafetería; en junio otro megacrucero chocó contra el muelle y hubo cuatro heridos. Ahora, el presidente del puerto de Venecia, Pino Musolino, pide ayuda a sus colegas, los representantes de ocho puertos de Europa, entre ellos los de Barcelona, Málaga y Palma.

"El tamaño creciente de los cruceros, sus impactos ambientales en las áreas que rodean los puertos y la carga que representa el creciente número de turistas en las ciudades está creando una situación de conflicto que parece inmanejable en un futuro muy cercano". Musolino pide una reunión "urgente" porque "este modelo ya no es sostenible". El presidente del puerto de Venecia va a exigir "buques más pequeños", una clase "Europa" de buques.

Desde la APB no tienen constancia de la misiva. No hubo declaraciones a la misma. Joan Gual está de vacaciones.