Atrincherados en una parte de la propiedad, sin agua ni luz, y con sus pertenencias metidas en bolsas por si en algún momento tienen que salir corriendo. Así es como están viviendo Patxi, María José, Guillermo, Benji y José Manuel. Su economía no les permite pagar un alquiler a precio de mercado y, según relatan, no han conseguido que Cort les otorgue una vivienda social, por lo que han decidido ocupar un complejo deshabitado hace más de un año.

La propiedad, situada en el número 10A de la calle Marqués de la Torre, en Son Espanyolet, pertenece a una inmobiliaria que recientemente ha empezado a hacer unas obras presuntamente ilegales en el chalé contiguo al que ocupan los cinco afectados. Según explica el portavoz de la plataforma Stop Desahucios, Joan Segura, estas reformas no tienen licencia. Aún así, la empresa que las realiza ha tapiado los accesos que tenía el complejo entre una propiedad y la otra para que los ocupas no puedan entrar.

Relatan cómo esta misma semana, un Mercedes Benz aparcó en la puerta de la propiedad. Del vehículo salieron dos corpulentos hombres que se presentaron como supuestos representantes de la inmobiliaria. Pero, según los ocupas, no aportaron ninguna identificación. Mediante coacciones y amenazas, intentaron echarles. "Golpeaban la puerta y no la tiraron de milagro", dice María José. Al ver que la intimidación no era efectiva, trataron de ofrecerles dinero a cambio de abandonar el lugar. "Pero nosotros no queremos dinero, sino un sitio donde vivir", asegura Patxi.

Los ocupas llamaron hasta en cuatro ocasiones a la Policía Local, pero nunca llegó a aparecer. En su lugar se personó la Nacional, a la que habían llamado los representantes, y que intentó mediar entre las dos partes, proporcionando "un margen de tiempo que no sirve de nada", tal como afirman. Con la plataforma, los ocupas presentaron una denuncia en el juzgado de guardia que ha sido admitida a trámite. Aún así, los representantes aparecieron un día después y se repitió un episodio a gritos que provocó expectación entre los vecinos.

Los cinco ocupas explican la tensión y el miedo con el que viven. Aseguran que no tienen otra alternativa, pues "dormir en la vía pública tampoco está permitido", y se ven obligados a continuar con el proceso, aunque se sienten observados y están asustados.

Stop Desahucios ha convocado una cena solidaria hoy a las 19:00 en la propiedad y pide a los asistentes que traigan agua y víveres para no quedarse "sin alimento e incomunicados", así como ladrillos y morteros para "protegerse de los asaltadores".