"Nos comprometimos a llevar a cabo un plan de choque contra las pintadas, y lo estamos haciendo", dijo ayer José Hila, en uno de los escenarios de esta acción de lucha contra las pintadas vandálicas que ha convertido Palma en diana del "incivismo": la plaza Alexandre Fleming.

Es el tercer espacio público en el que actúa la brigada de Emaya tras las llevadas a cabo en las escaleras del Nixe en Cala Major y en la plaza del Comtat del Rosselló. Dos operarios iniciaron ayer este borrado y repintado en la pista de deportes de esta plaza. Prevén concluirla hoy.

El plan de choque no se va a limitar a los espacios públicos. Cort quiere extenderlo a los comercios y a las viviendas privadas. Tienen previsto hablar con los comerciantes de Sindicat la próxima semana ya que "va a ser el primer lugar en el que actuemos en este sector", anunció el alcalde José Hila.

En cuanto a la actuación en fachadas de particulares, víctimas a diario de este "vandalismo", Cort hablará con los afectados para alcanzar acuerdos.

El punto más complejo para llevar a cabo la limpieza está en los bienes patrimoniales como es Baluard, en cuyas murallas ya se han cometido muchos de estos actos incívicos. Todas las actuaciones deberán pasar por la comisión de patrimonio y conseguir el permiso de actuación, mucho más delicado que los habituales repintados o limpieza a chorro que se aplican en zonas menos delicadas.

Con todo, la intensificación de esta campaña de actuación no prevé por el momento aumentar la cuantía de las sanciones, 700 en cada intervención, pero sí "intensificarlas".

Para ello, se va a recurrir a aumentar la dotación policial con más contratos. "Hace diez años que no se contrata, y es uno de los compromisos que he adquirido", indicó el alcalde. Por el momento, no dio más detalles al respecto.

En cuanto a la limpieza de estas pintadas se cuenta con una brigada de cuatro personas. Hila y Ramon Perpinyà, presidente de Emaya, asumen que "el número se ha de intensificar". Septiembre fue el mes elegido para aumentar los trabajadores destinados a limpiar Palma de "este incivismo".

El presidente de Emaya se mostró convencido de la necesidad de llevar a cabo este plan de choque y que hay que limpiar, "porque las pintadas tienen efecto llamada".

Una vez más, José Hila reiteró que "no estamos contra el arte urbano; sino contra el incivismo". Entre el colectivo de grafiteros, no hay unanimidad y hay voces disidentes que jamás tildarían de vandálicas algunas de estas marcas en la ciudad.