El foco no debe ponerse solo en la cantidad de cruceros, sino que "también se tiene que limitar el número de pasajeros, porque los barcos son cada vez más grandes y, por lo tanto, establecer tantos cruceros al día o la semana sigue teniendo una repercusión brutal si todos tienen gran capacidad". La concejala de Modelo de Ciudad, Sostenibilidad y Vivienda Digna, Neus Truyol, lo recordó ayer tras explicar que el Ayuntamiento y el Govern definirán en los próximos meses "qué variables se limitarán en la llegada de cruceros" para disminuir "el impacto humano que provocan en los servicios y la movilidad de la ciudad".

Truyol añadió que, "aunque en las dos próximas temporadas no se podrá reducir su número -ya que la planificación de rutas está cerrada-, hay que estudiar qué medidas se pueden aplicar antes" con el fin de mermar la saturación del centro histórico. Durante la anterior legislatura, se ofrecieron paradas alternativas al Moll Vell a los autocares con cruceristas para distribuir el flujo de viandantes y en este mandato "se mantiene la medida", que es voluntaria y casi no tuvo seguimiento.

De todos modos, la concejala del Pacto aseguró que el equipo de gobierno será "contundente e insistente porque es prioridad del Ayuntamiento reducir la huella humana y ambiental del turismo de cruceros". Así se lo expresó el pasado viernes al presidente de la Autoridad Portuaria, Joan Gual de Torrella. Neus Truyol incidió ayer: "Al igual que la legislatura pasada trabajamos para limitar el alquiler turístico y los establecimientos hoteleros, ahora toca al turismo de cruceros". Es la representante del consistorio en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria y allí es donde actuará, junto al Govern, para llevar a cabo ese objetivo. Como primer paso, la responsable municipal está a la espera de una primera reunión con el conseller de Turismo, Iago Negueruela, "para comenzar a trabajar en la limitación".