El primer pleno del presente mandato celebrado ayer se caracterizó, además de por los numerosos puntos tratados (136), por el bochorno ocasionado por la avería del sistema de refrigeración, que obligó a usar abanicos y cualquier sistema que permitiera mover la más leve brisa, y por el ocasionado por alguna intervención poco acorde con el lugar. El alcalde estuvo a punto de tener que desalojar la sala por la actitud poco cívica de algunos defensores de los animales (no de todos los que acudieron), que se dedicaron a insultar al concejal de Bienestar Animal, Ramón Perpinyà, recién aterrizado en Cort. Las altas temperaturas obligaron también a realizar al mediodía un receso en la sesión para recuperar fuerzas, algo que no se hacía en los últimos años.
Perpinyà: “Vamos a hincharnos de poner multas”
Así de expeditivo fue el teniente de alcalde de Medio Ambiente y Bienestar Animal, Ramón Perpinyà, a raíz de una serie de mociones presentadas por los grupos municipales de la oposición relacionadas con la limpieza de la ciudad y el sistema de recogida de trastos. Afirmó que los ciudadanos ya saben qué se puede hacer y qué no, por lo que no va a haber contemplaciones a la hora de sancionar las conductas incívicas. En concreto, afirmó que “nos vamos a hinchar de poner multas”
Compromiso de mínimos de los bomberos
Més y Podemos firmaron en campaña electoral el documento de compromiso de mínimos presentado por la Agrupación Profesional de Bomberos. Ayer lo sustituyeron por un plan de ordenación de recursos humanos, supuestamente más amplio.
