Las patronales parece que no se ponen de acuerdo en el número máximo de cruceros que deben atracar en el puerto de Palma, aunque más de una decena y hasta 41 entidades están a favor de este tipo de turismo, tal como demostraron ayer en una concentración con más de un centenar de personas. En un manifiesto enviado el lunes, abogaban por "intentar evitar que no coincidan más de tres cruceros por día", pero el leído ayer frente a la Estación Marítima número 2 se eliminaba esta frase debido a la falta de consenso entre las organizaciones sobre el límite óptimo para la capital.

El portavoz y presidente de Pimem, Jordi Mora, abogó "por una gestión ordenada, enfocada a la llegada escalonada de los cruceros". Asimismo, insistió en declaraciones a los medios que no se solicita "ningún techo al número de cruceros que llegan". "Pedimos gestión, no limitación", aseguró. Además, solicitaron que las embarcaciones apuesten "de forma activa, constante y constatable" por reducir la contaminación. Con este objetivo, quieren que las autoridades competentes "aporten los datos necesarios para acabar con debates estériles que dañan la imagen de Mallorca como destino turístico".

El manifiesto, que apoyan trece patronales del comercio y, entre otros, el partido Vox, menciona un estudio sobre el impacto económico de los cruceros realizado hace cuatro años por la Autoridad Portuaria, la UIB y la Cámara de Comercio de Mallorca. En él, se concluye que este tipo de turismo aporta a las islas más de 256 millones de eurospermite mantener 5.733 puestos de trabajo. Piden a la Autoridad Portuaria y a las entidades colaboradoras que se realice un nuevo estudio para conocer datos recientes del impacto económico y social de este turismo en las islas.

Mora explicó que, de los turistas que bajan de los cruceros, "el 70% va a Palma. Los cruceristas, dijo, "representan menos del 8% del turismo de Mallorca", por lo que consideró que este tipo de turismo "no ocupa plazas ni sobrecarga" las vías de Palma. En cambio, Mora estimó que la llegada de cruceros es "muy positiva para el comercio y la oferta complementaria de la ciudad". Por tanto, responsabilizar a los turistas de "los problemas de congestión y atascos en la ciudad es solo una forma de no querer afrontar la necesidad de gestión de otras áreas del turismo".

Por último, los empresarios solicitaron a las autoridades competentes que se tenga a los cruceristas como "referencia de turista", pues "visitan la isla de forma tranquila, sin causar conflicto alguno y consumiendo un mínimo de recursos", concluyó Mora.

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