La asociación proteccionista ARCA denunció ayer el cambio de fachada efectuado en la calle Sant Magí 70, en Santa Catalina, ya que supone una clara irregularidad, tal como confirma un informe municipal al que la entidad hace referencia y que señala que "las actuaciones realizadas son manifiestamente ilegalizables". Se trata de "una rotunda alteración de la fachada" en un barrio protegido con un Plan Especial, por lo que ARCA exige restituir a su estado originario la apertura efectuada en la planta baja, donde había una antigua puerta de madera, ahora convertida en un garaje.