El monasterio de La Real ha decidido no organizar "determinadas" actividades como los fuegos de artificio con motivo de las fiestas de Sant Bernat, "por coherencia social, ecológica y patrimonial".

En un comunicado remitido ayer por Josep Amengual, el que fuera máximo responsable de los Misioneros de los Sagrados Corazones, se afirma que la parroquia de la Mare de Déu de Sant Bernat "no puede invertir cantidades notables en espectáculos y manifestaciones costosas, como es, por ejemplo, el espectáculo de pirotécnica del correfoc y los demonios".

El que también fuera prior del monasterio señala que "aunque hubiese dinero de sobra, que no es el caso, por razones de coherencia cívica, y solidaridad, no podemos justificar este gasto".

Además, continúa Amengual, "no podemos olvidar que los misioneros, que hemos gestionado esta parroquia desde sus inicios, hemos aprendido del restaurador del monasterio, el venerable P. Joaquín Rosselló, a ser misioneros, también en el Tercer Mundo".

Por ello, "con esta responsabilidad social que nos pide coherencia como misioneros, se nos hace imposible justificar un gasto de miles de euros".

Recuerda asimismo el padre Amengual, quien rechaza que el rector de La Real, el padre Miquel Darder, haya expulsado a la comisión de fiestas, que el monasterio es un Bien de Interés Cultural por lo que "sorprende" que en un entorno como es el de la iglesia de la Real, estructuralmente del siglo XIII, "se hagan fuegos pirotécnicos", lo que "podría afectar, si no lo ha hecho ya, a los cimientos o argamasa medievales del templo, la capilla y Can Tendre", afirma.

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