Cientos de personas acudieron ayer a sa possessió, en el polígino de Son Rossinyol, para celebrar San Fermín. Las puertas del recinto abrieron sobre las 10.30 horas para quienes habían adquirido la entrada previamente. La respuesta a esta celebración, que cuenta con su propio chupinazo, los toros de Vicente Curro Poco y música, es masiva desde hace años. Muestra de ello es que las entradas, para un aforo de 1.200 personas, se agotaron hace días. Como es tradición, la gran mayoría acudió de blanco y con pañuelo rojo.