La nueva concejala del área de Infraestructuras del ayuntamiento de Palma, Angélica Pastor, vinculó la ejecución del nuevo sistema de iluminación exterior de la Catedral, a que "se consiga el consenso" en relación al proyecto que finalmente se tiene que ejecutar "entre todas las partes implicadas", entre las que citó el equipo de gobierno de Cort, los responsables del Cabildo de la Seu, la entidad proteccionista Arca y los representantes de los colegios de Arquitectos e Ingenieros, además de los de Patrimonio Nacional.

Precisamente a petición de Arca ayer noche se procedió a realizar una prueba con el fin de evaluar, entre otras cuestiones, el impacto paisajístico y lumínico que va a suponer sobre el conjunto de la Catedral, el Palacio de la Almudaina y la plaza de la Almoina.

Según la concejala, si finalmente no se consigue el consenso necesario para la ejecución sin grandes polémicas del proyecto, "vamos a destinar el dinero que aporta la nueva contrata del mantenimiento del alumbrado público de la ciudad a la mejora de la iluminación y a la sustitución del actual sistema por otro de luminarias LED en barriadas de la ciudad. El proyecto propuesto, que ha sido modificado en varias ocasiones, prevé la colocación de tres grandes báculos en forma de Y entre las fachadas del Palacio de la Almudaina y la fachada principal de la Catedral, además de otros cuatro en la plaza de la Almoina.

La coordinadora de Patrimonio de la Catedral y profesora de Historia del Arte, Mercè Gambús, muy crítica con el proyecto por su impacto, también participó en la prueba celebrada ayer noche.

Gambús quería comprobar, entre otras cuestiones, si los focos que se prevé instalar incrustados en el pavimento del Mirador de la Seu se han alejado de la fachada tal como exigió con el fin de que no interfieran con la acera de protección del monumento delimitada por Gaudí. La profesora se sorprendió del impacto de los soportes escogidos, que si bien tienen menos altura, son más "voluminosos".