Los niños de la escoleta pública Can Alonso, en la calle Arxiduc Lluís Salvador, soportan estos días temperaturas de 32 ºC dentro de las aulas, una situación por la que los padres ya han protestado a la dirección del centro. Además de este problema, una rama de un árbol del patio ha caído sobre los juguetes. Según denuncian los usuarios, el Ayuntamiento había decidido que su poda era innecesaria.

Según una de las madres que tiene a su niño en esta escoleta, los únicos medios que tienen para combatir el calor son ventiladores y algún aparato de aire acondicionado portátil.

El problema es mayor si se tiene en cuenta que en esta escoleta municipal, al igual que en otras de Palma, hay niños con parálisis cerebral que no regulan la temperatura corporal y que sufren más el calor extremo.

La falta de climatización en la mayoría de los centros de la red pública que depende del Ayuntamiento no es algo nuevo. El pasado verano, un grupo de padres de la escoleta Ciutat Antiga también se movilizó por el mismo motivo. En plena ola de calor, la temperatura alcanzó 37ºC en ese centro.

Tras esas quejas, la anterior regidora de Educación, Susanna Moll, anunció que se elaboraría un estudio para saber qué mejoras y qué escoletes había que priorizar. El pasado jueves, el actual regidor de Educación, Llorenç Carrió, aseguró que el viernes se enviarían a Can Alonso dos equipos de aire refrigerado portátiles y tres ventiladores más y pidió "tranquilidad" a los padres. "Se han tomado las medidas adecuadas para el correcto funcionamiento", añadió.

Las medidas no han convencido a las familias, que también recuerdan que por normativa, en cualquier centro de trabajo, existe la obligación de combatir una temperatura superior a los 27ºC.

Al problema del calor, se suma la dejadez a la hora de podar un árbol del patio, con la consecuencia de que una rama se ha tronchado y ha caído sobre los juguetes de los niños. El centro había reclamado su poda, que Cort no ejecutó.