El techo del supermercado Eroski de la calle Bonaire, en Palma, se derrumbó ayer al mediodía al desplomarse una terraza en la parte trasera del edifcio. Una cuarta parte del local quedó cubierta por los cascotes y siete personas resultaron heridas, todas de carácter leve. En los primeros momentos se vivieron escenas de tensión, ya que varios clientes no podían salir a la calle y se ignoraba si podía haber alguien atrapado bajo los escombros. Los Bombers de Palma, con ayuda de un perro de los Bombers de Mallorca, confirmaron finalmente que no había más víctimas. Los pisos situados sobre el supermercado fueron desalojados como prevención hasta que fueron revisados por técnicos municipales.

El siniestro ocurrió sobre la una del mediodía. El supermercado, ubicado en el número 6 de la calle Bonaire, estaba abierto al público y en su interior había varios clientes y empleados. Unos testigos explicaron que el techo se desplomó de repente. "Oímos unos golpes, de los escombros que caían, y salimos todos corriendo". Se habia desplomado una terraza situada en la parte posterior del edificio, de unos diez metros cuadrados. Todos, clientes y empleados, pudieron escapar de inmediato, salvo una señora de 84 años a la que los escombros le cortaron el paso. Finalmente pudo salir por su propio pie, caminando sobre los escombros, ayudada por los bomberos.

Fuentes de los servicios de emergencia explicaron que había habido mucha suerte, ya que las estanterías del supermercado actuaron como pilares y aguantaron parte de los escombros. Esto evitó que hubiera más víctimas.

Bombers, Policía Local, Policía Nacional y el 061 se movilizaron y acudieron de inmediato al lugar. Las ambulancias trasladaron al hospital de Son Llàtzer a tres mujeres, de 29, 37 y 38 años, con heridas leves. Otras cuatro personas afectadas fueron atendidas allí y no requirieron ser hospitalizadas.

Los bomberos inspeccionaron detenidamente el interior del establecimiento, incluso con un perro especializado de los Bombers de Palma, y se aseguraron de que no había quedado nadie atrapado bajo los escombros.

Los pisos superiores, de las fincas 6 y 6a de la calle, fueron desalojadas como medida preventiva. Por la tarde se comprobó que no había peligro y los vecinos pudieron ser realojados. El supermercado permanecerá cerrado hasta que sea apuntalado.