Las asociaciones de vecinos del Puig de Sant Pere, sa Llonja y Santa Creu han manifestado su sorpresa ante el anuncio de asociaciones empresariales de recurrir la decisión adoptada por el Ayuntamiento de adelantar el horario de cierre de las terrazas a las 23:00 horas, en aplicación de la declaración como zona de especial protección (ZEP) de parte de la barriada, que incluye entre otras calles, la avenida de Antoni Maura y las plazas de sa Draçana y de sa Llonja.

Estas entidadess han recordado en un comunicado que, si bien los empresarios tienen todo el derecho a defender sus intereses económicos ante las instancias que consideren oportunas, "la jurisprudencia ya se ha manifestado en distintas ocasiones a favor de la prevalencia de los derechos fundamentales al descanso, la intimidad familiar, la salud, un medio ambiente adecuado y la inviobilidad del domicilio". Han afirmado que, "por supuesto, si los empresarios recurren la medida nosotros nos personaremos como parte afectada".

Recuerdan asimismo que el adelanto del horario de las terrazas que "sorprendentemente" ha movilizado al empresariado alegando "inseguridad jurídica", es en realidad "un requerimiento del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) que, en la sentencia 369 de 30 de junio de 2014, instaba al Ayuntamiento de Palma a actuar para restituir los derechos fundamentales prevalentes al descanso de lso residentes en la zona de sa Llonja".

Por ello, tal como manifestaron ya en su momento, cuando el Ayuntamiento decidió adelantar el horario de las terrazas a las 23,00 horas todos los días de la semana con el fin de cumplir este requerimiento judicial, se trata de una medida "totalmente insuficiente ante la magnitud del problema de contaminación acústica y ambiental que arrastramos desde hace tiempo". Al respecto han afirmado asimismo que van acudir "al nuevo gobierno municipal para solicitar el respecto a las leyes y el cumplimiento estricto de la normativa".

Los representantes vecinales indican asimismo que "el espacio público es de todos los ciudadanos y que corresponde al gobierno municipal hacer prevelecer el interés general a la hora de conceder y regular las licencias de ocupación, siempre sometidas al interés general, y a que no alteren el medio ambiente y a causar molestias a los vecinos, tal como se recoge en la ordenanza municipal de ocupación de la vía pública". Afirman asimismo que "el Ayuntamiento no puede comercializar con la vía pública", en especial en zonas como la de sa Llonja en la que "las mediciones sonométricas realizadas durante seis años consecutivos han puesto de manifiesto la grave contaminación acústica que padecemos a causa de la actividad de las terrazas y de los locales de ocio y de restauración". Además, recuerdan la existencia de sentencias judiciales que insta al Ayuntamiento a tomar medidas para paliar esta contaminación acústica de la que las terrazas son las responsables en gran medida.

Recuerdan que sa Llonja es un barrio de uso residencial y que "desde hace mucho tiempo estamos sometidos a unos niveles de contaminación acústica que sobrepasan los límites establecidos como máximos en todas las normativas". Además, insisten en que el barrio "nunca ha estado protegido ante la proliferación de locales de ocio y de restauración, hecho que provoca verdaderamente el problema que padecemos". Además del ruido, los residentes padecen "la saturación de locales y terrazas, la generación de una cantida de residuos que los contenedores no pueden absorber, las necesidades de carga y descarga, gente en la calle, la inexistencia de comercios tradicionales, desaparecidos a causa de la invasión de estas actividades de ocio y restauración, factores que han causado la gentifricación de la zona". Por último, consideran "preocupante que este barrio tan emblemático de la ciudad parezca un parque temático sin ley ni orden que corre el peligro de perder su identidad".

El adelanto de cierre de las terrazas de la zona a las 23:00 horas dictado por el Ayuntamiento de Palma ha sido consecuencia de la insistencia de los vecinos a que se aplique la ordenanza contra el ruido y la contaminación acústica. Han remitido estudios sonométricos al Ayuntamiento en los que se pone de manifiesto que se sobrepasan estos límites.

El Ayuntamiento, ya a finales de 2014, inició un expediente para el adelanto del horario de las terrazas que fue aprobado inicialmente, aunque nunca finalizó su tamitación ya que las alegaciones presentadas no se contestaron. Después de las elecciones el nuevo ayuntamiento no retomó el expediente hasta varios años más tarde y nuevamente a instancias de los vecinos. La medida del adelanto horario se ha adoptado por parte de la concejalía de Salud que dirigía Antónia Martín en la recta final del mandato.

Los vecinos siempre han considerado que el simple adelanto horario de las terrazas es insuficiente para solverntar el problema de la contaminación acústica y reclaman otras como la limitación del número de establecimientos de ocio.