El PSIB-PSOE obtuvo en el ayuntamiento de Palma un resultado electoral en los pasados comicios municipales que ni ellos en sueños esperaban. En efecto, tal como reveló su cabeza de lista y futuro alcalde, José Hila, daban como seguro que subirían un concejal de los que tienen ahora, pasando de seis a siete. Consideraban probable subir dos pasando a ocho, aunque, ni en el mejor de los casos, habían considerado la posibilidad de tener nueve, un buen resultado dadas las circunstancias, aunque no deja de ser el mismo que obtuvo Aina Calvo en 2011 después de perder dos. Por ello, si bien el resultado obtenido por los socialistas en Cort se puede considerar bueno, teniendo en cuenta de dónde vienen, deben relativizarlo y no olvidar que les faltan nada más y nada menos que seis ediles para obtener la mayoría absoluta. Si quieren mantener todas las áreas que han gestionado hasta el momento, además de ostentar la alcaldía y asumir Infraestructuras, Emaya, Función Pública y Urbanismo, sus concejales gestionarán casi el 85% del presupuesto municipal, cuando su representación les da para el 60%. Dicho de otra forma, de los 595 millones del presupuesto propio de la corporación, sus empresas e institutos, gestionarían un total de 509 millones, lo que supone 152 millones más de lo que les correspondería por el peso obtenido en las urnas. Solo dejarían para Podemos y Més áreas con un presupuesto global de 86 millones, cuando en una distribución proporcional a los resultados obtenidos a estos partidos les correspondería gestionar 238 millones, a razón de 119 cada uno. En el reparto que pretenden los socialistas, a los podemitas y los ecosoberanistas les dan poco más de un tercio de lo que les corresponde.
