El último recuento de personas que viven en la calle constata un incremento en los últimos años. Si en 2015, cuando se hizo un primer censo, se detectó que había 135 personas sin techo en Palma, los datos que maneja ahora el Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS) arrojan un aumento notable, ya que el pasado marzo se contabilizaron hasta 207 personas sin hogar.

Los 207 sin techo detectados en Palma este año suponen el 95% de las personas que pernoctan en la calle en toda Mallorca, donde se han localizado otras 11 repartidas entre Alcúdia, Inca y AlcúdiaIncaMontuïri

Mientras la cifra de sin techo en la Part Forana ha disminuido (eran 21 en 2017 y en 2015), en Palma se ha producido un incremento del 53% desde el primer recuento.

Sebastià Cerdà, jefe de Inserción Social del IMAS, recuerda que el primer recuento no se hizo en las mejores condiciones, ya que se eligió una noche en que hubo un partido de fútbol y los voluntarios no encontraron a todos los sin techo que solía haber en la calle, ya que podían estar en bares. Si se toma como referencia el recuento de 2017, el incremento es de 19 personas más.

El aumento de los sin techo es real, aunque en él también haya que tener en cuenta que el recuento se ha perfeccionado, indica Cerdà. Los voluntarios que salieron a hacer el recuento el pasado mes de marzo en Palma detectaron a 160 hombres y a 42 mujeres viviendo en la calle, más otras cinco personas sin especificar. Entre ellos encontraron a gente muy joven, de unos 24 años, pero también a un hombre de unos 80 años.

De este último estudio, realizado a partir de las respuestas dadas por ellos, se sabe que cuatro hombres pernoctaban en el aeropuerto, el mismo número que los que lo hacían en un cajero automático. Seis mujeres y 34 hombres pasaban la noche en calles, plazas, parques y playas, mientras que otros 21 individuos escogían casas y edificios en obras o abandonados y otros seis en edificaciones no preparadas para vivir, como naves industriales o aparcamientos. Un gran número de ellos, hasta 91, no determinaron dónde estarían.

Tipologías

Sebastià Cerdà puntualiza que en este recuento de personas sin hogar también se ha tenido en cuenta a aquellas que acuden a los albergues, ya que de no existir estos centros, estarían en la calle.

Los técnicos de inserción distinguen tres tipos diferenciados de personas sin techo, según sus circunstancias. El primero de ellos es la persona que está en situación de exclusión social, que lo ha perdido todo y suele tener problemas de salud mental, además de un deteriorado estado físico.

Otro perfil habitual es de aquellas personas que están en situación de exclusión residencial por causas culturales, suelen proceder de Europa del Este y ser de etnia gitana, que conservan aún costumbres trashumantes, explica Cerdà.

Por último, la crisis económica ha generado un nuevo perfil, gente con un sueldo bajo o los que trapichean y no pueden mantener un hogar por lo que están en la calle. De todos los perfiles, este no es el prioritario, indica el responsable de Inserción Social, sino los primeros, los excluidos socialmente.

El informe del último recuento también ha localizado hasta 13 asentamientos . En esos asentamientos viven 38 personas. Al margen de costumbres, vivir en grupo es una manera de protegerse, porque como remarca Cerdà, vivir en la calle es duro.