La normativa de terrazas tiene sus luces y sombras. La eliminación del permiso de colocar sillas y mesas en el bar Can Salat, punto de encuentro de vecinos, porque interrumpe el paso a los peatones en una acera que es muy pequeña, es criticada por residentes como Elena Silva, que indica "el doble rasero" cuando sí se permite "dejar coches en la plaza de Sant Francesc a los padres que van a buscar a sus hijos y ocupan toda la plaza". Ella apunta que este "establecimiento que acaba de ser incluido en el catálogo de los emblemáticos" era el lugar donde "se sentaban las personas mayores que residen en el centro cercano". "¡Le quitan permiso después de haber pagado impuestos¡", añade. .