Una autocaravana tiene la misma consideración que un coche y, pese a que es un vehículo mucho más voluminoso, puede estar aparcada en cualquier lugar donde podríamos estacionar un turismo. Otra cosa distinta es si se trata de un remolque sin vehículo portador, de una caravana, en cuyo caso está prohibido su estacionamiento en la vía pública.

Como deben cumplir el resto de conductores, el propietario de una autocaravana no puede dejarla en el mismo sitio durante más de diez días consecutivos. "En todo caso, el propietario del vehículo tendrá la obligación de cerciorarse por sí, o por cualquier otra persona o medio, de que su vehículo no se encuentra indebidamente estacionado como consecuencia de cualquier cambio de señalización u ordenación del tráfico; para hacerlo, dispondrá de un máximo de cuarenta y ocho horas consecutivas, a cuyo efecto solo se computarán los días hábiles", establece la Ordenanza Municipal de Circulación.

Mientras se esté aparcado, se puede hacer vida en el interior de la caravana, siempre que no se ocupe más espacio que el del vehículo cerrado y no se generen emisiones de fluidos o ruidos.

Es importante diferenciar entre aparcar y acampar, que sí está prohibido en la calle. Es decir, no se pueden desplegar toldos ni sacar sillas ni mesas afuera; tampoco se pueden verter líquidos ni generar molestias de convivencia, como ruidos.

Los caravanistas solo disponen de una zona de pernoctación en la Costa de los Pinos, en Son Servera, y un área de servicio en el polígono de Son Castelló, donde poder vaciar depósitos de aguas grises y recargarlos.

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