El ayuntamiento de Palma se ha visto forzado a aplazar la demolición de los pisos piloto de Son Güells debido a la presencia de los okupas. Estas construcciones fueron desalojadas el pasado 30 de abril y precintadas, pero un día después volvían a estar okupadas.

El Consistorio tenía previsto demoler los pisos pilotos y las oficinas levantados en solar municipal una vez desalojados, pero la tramitación de estos trabajos se ha quedado en el aire después de que los okupas volvieran, han confirmado fuentes municipales.

Desde Cort explican que hay que comenzar con el procedimiento judicial desde cero, el mismo que se llevó a cabo el año pasado, por lo que la contratación de una empresa que se encargara de derribar los pisos piloto se ha paralizado.

El anuncio para contratar la demolición de los pisos en la calle Pierre Lavedan y gestionar sus residuos, por 13.600 euros, se firmó el 29 de abril, un día antes de que se ejecutara el desalojo ordenado por el juez. Sin embargo, la reokupación de estas construcciones, al día siguiente, impide seguir con la tramitación de este contrato.

Según los vecinos de la zona, la situación en la urbanización está "peor" y aseguran que sus quejas ya hace tiempo que no son atendidas por el Ayuntamiento. Un portavoz de los residentes afirma que en cuanto tuvieron indicios de que las familias gitanas iban a volver a entrar en los pisos piloto avisaron a la Policía Local, "pero ni vinieron".

Ahora se resignan a convivir de nuevo con los okupas, una situación que soportan desde hace años. Además, en este punto de su urbanización, siguen acumulados los restos del derribo de las oficinas de una promotora, ejecutado hace semanas.

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