Las obras de reforma del puerto del Molinar rozan la entrada al restaurante, abierto y en funcionamiento mientras una orden judicial no determine lo contrario. La Autoridad Portuaria de Baleares (APB), que ordenó el cese de la actividad en este edificio sin lograr resultado, está a la espera de la respuesta del juez a su petición de clausura.

Los trabajos que comenzaron a principios de abril, con varias semanas de retraso, avanzan y ya limitan con la entrada a la sede y al restaurante del Club Marítimo Molinar. La desobediencia de la orden de la APB ha conllevado también la apertura de un expediente sancionador.

El director del Club, Rafel Vallespir, sostiene que la orden de cese de actividad por parte de la APB es un abuso de poder y considera que las obras no ponen en peligro la seguridad de los usuarios. Por estos motivos, el restaurante sigue a pleno rendimiento, también a la espera de la resolución judicial.