Pere Galiana Veiret presenta este jueves su libro El Bosc de Bellver, història i actualitat, editado por el ayuntamiento de Palma y que supone un extenso repaso sobre este enclave natural, desde la formación geológica de la montaña hasta nuestros días. El germen de este estudio es el informe que Galiana elaboró para el plan especial de recuperación y gestión del que es el mayor parque municipal de Palma. La presentación de su última obra tendrá lugar en la biblioteca de Cort, a las 19 horas.

-No siempre nos acordamos, pero personajes históricos muy conocidos han pasado o han estado en Bellver, ya sea porque estuvieron prisioneros en el castillo, o visitaron el bosque...

-Sí, el más importante de todos es Jovellanos. Sus exposiciones y escritos sobre el bosque de Bellver han sido confirmados después por estudios técnicos actuales con medios sofisticados. Aquel hombre hizo un gran trabajo

-No deja de ser un parque municipal...

-Sí, el más grande de la ciudad y el más antiguo.

-Y usted mismo mencionaba ese plan especial que no se acaba de ejecutar, mientras vemos partes de Bellver degradadas, llenas de suciedad...

-Efectivamente. Actualmente, Bellver tiene el problema de usos esotéricos, de proliferación de animales domésticos, como los gatos que sueltan en el bosque y se asilvestran, en fin, cosas que no deberían suceder.

-¿Cuál debería ser el uso que se tendría que dar a Bellver?

-Para eso ya se estableció una ordenanza, para preservarlo. Y el plan especial lo desarrollaba y algún día saldrá a la luz.

-¿Por qué está costando tanto llevarlo a cabo?

-Ah... Los cajones son muy peligrosos. Cuando una cosa se mete dentro de un cajón, no sale hasta que no se abre y a veces tarda demasiado...

-Es una lástima que muchos de nosotros vayamos solo en contados días.

-Es un punto de vista, pero también hay muchos ciudadanos que lo utilizan con mucha frecuencia, incluso cada día. Hacen footing, circulan y disfrutan del bosque.

-¿Qué hecho que le ha sorprendido repasando su historia?

-Hay muchas, pero rápidamente diría que la epidemia de peste amarilla de 1821, que asoló a la ciudadanía de Palma, que para buscar una mejor sanidad, unos se trasladaron hacia El Molinar (que fue precisamente el origen de este barrio) y otros huyeron al bosque de Bellver. Allí talaron árboles de tal forma que lo despoblaron en gran parte. Al cabo de un par de años, hubo un pequeño terremoto, sin tantas consecuencias como el de 1851, que también desplazó a mucha gente hacia el bosque.

-Así que fue un refugio en diferentes momentos de la historia.

-Sí, refugio y también lugar de ocio para las fiestas... También tuvo una época dorada, que duró muy pocos años, porque cuando murió Jaume III ya encarcelaron a la viuda y a sus adeptos allí. Desde entonces, hasta acabar la guerra, en 1939, fue una prisión. A mucha gente y a muchas familias, este nombre de Bell veer, Bella Vista, les suena muy mal y no quieren ni oírlo...

-Sí, es su etapa más negra

-Muy negra. El hecho de ser Patrimonio Real y Nacional llevó a que se instalasen allí muchas actividades que tienen muy poco que ver con el ocio, como son las horcas donde se colgaba a la gente, o la hoguera de la Inquisición, donde se quemó a los reos por autos de fe, a judíos... Es una situación controvertida.

-¿Qué más nos puede sorprender?

-Las galerías secretas para una posible evacuación o la mítica galería que unía La Almudaina con el castillo, cosa imposible... He continuado investigando. Jaume II, veinte años antes de ordenar construir el castillo de Bellver, huyó por las cloacas del castillo de Perpiñán y estaba escarmentado. Y lo primero que hizo cuando dispuso del castillo de Bellver es que le asegurasen una posible galería para poder huir en caso de necesidad.

-Ha consultado mucha fuentes de información.

-Hace ocho años de aquel informe que hice, muy completo, que he ido perfeccionando. Cuando encontraba algo de Bellver, indagando en otros temas, lo iba añadiendo, depurando, contrastando... En cuanto a archivos, el municipal de Can Bordils es importantísimo, pero allí donde he encontrado muchísima información es en el Archivo Histórico Militar del convento de Santa Margarita. Todo el archivo de la comandancia de obras está perfectamente clasificado y con información muy interesante.