Palma celebró ayer por primera vez el día del Orgullo Loco, una iniciativa impulsada hace casi dos décadas para dar dar visibilidad a los problemas de salud mental y que se hace cada año en diversas capitales del mundo. La jornada tuvo lugar en la plaza de España, donde tocó una batucada, hubo un estand informativo, divulgativo y reivindicativo sobre las personas que padecen un trastorno de este tipo y un taller titulado El Orgullo Lo Cura. Como las enfermedades psíquico-emocionales continúan siendo un tabú, la asociación La Nostra Veu decidió que Palma se sumase al evento con el objetivo de "recuperar una palabra usada de modo despectivo contra este colectivo para darle un sentido nuevo y libre de connotaciones negativas". También se leyó un manifiesto y hubo conciertos.