Los juegos, las risas de los niños pequeños y el descaro de los adolescentes llenaron ayer de vida el espacio del parque Krekovic y del vecino museo de mismo nombre, que fueron el escenario de la II Fira Som Llevant, en la que participaron 16 entidades y centros escolares de Nou Llevant, La Soledat y Foners.

Gran parte del parque tenía ayer un aspecto muy diferente, mucho más alegre, con la presencia de los alumnos de los colegios Pintor Joan Miró, Camilo J. Cela y Alexandre Rosselló, además de los estudiantes de los institutos Antoni Maura, Francesc de Borja Moll y Aurora Picornell , que hicieron suyo el espacio.

La II Fira Som Llevant estuvo organizada por la Xarxa socioeducativa Llevant Sud, de la que forman parte todos los centros educativos mencionados, así como la Fundació Rafa Nadal, Caritas, el Museo Krekovic y varios servicios sociales y la biblioteca municipal de la zona.

Los más pequeños disfrutaron con los pintacaras y el espectáculo de magia. No se limitaron a ser meros espectadores, los niños se convirtieron en los protagonistas de los trucos, que se sucedieron durante toda la mañana en la entrada del Museo Krekovic.

Enfrente, en el parque, los alumnos de los cursos de Infantil también disfrutaron de un rincón para hacer pompas de jabón gigantes, de mesas para participar talleres artísticos, donde pintarse unos a otros las caras o plasmar dibujos.

Los alumnos más mayores subieron al escenario para demostrar sus dotes de baile, como el grupo del IES Antoni Maura.

Un poco más allá, el alumnado del IES Francesc de Borja Moll demostraban lo aprendido en clase y se dedicaron a peinar, maquillar y hacer la manicura a quien se prestara voluntario. También los jóvenes del centro de Patronat Obrer se pusieron manos a la obra y ejercieron de peluqueros con otros compañeros, que no dudaron en raparse la cabeza y lucir cortes de pelo extremados.

El servicio Dinamo, Palma Educa y el centro de salud Emili Darder también montaron sus paradas pensando en los niños y jóvenes. El personal sanitario se dedicó a ofrecer consejo y orientación a algún que otro adolescente y nociones de hábitos saludables a los pequeños.

Sobre la una de la tarde, los profesores fueron recogiendo bártulos y niños para volver a sus respectivos centros, tras una mañana de convivencia en el parque.